Pinar y Ciudad de La Habana, sempiternos rivales en el fútbol cubano, deben protagonizar esta tarde otro choque muy cerrado. Foto: Roberto Suárez Con la participación de los tres equipos medallistas en la pasada edición, hoy se desarrollarán los partidos de ida en la fase semifinal del Campeonato Nacional de Fútbol.
En un «clásico» de estas lides, Pinar del Río, monarca exponente, recibirá a Ciudad de La Habana en La Bombonera de San Cristóbal. En la etapa preliminar, cada uno ganó el duelo bilateral como local, en ambos casos con marcador de 1-0.
Tales dígitos auguran un match nivelado, pero ofrezco esta vez cierta distinción a los capitalinos. Sobre todo, si fructifican las «mañas» de Jaine Colomé, hábil sobre la cancha y letal en los disparos a balón detenido. Para dictar sentencia, este tratará de «enganchar» con los volantes de llegada Juan Carlos Cabré y Lázaro Arocha, así como el letal ariete Hensy Muñoz.
Mientras, Villa Clara, segundo del patio, visitará a Cienfuegos, tercer lugar el año pasado. Los «marineros» salieron airosos en los dos compromisos clasificatorios, con pizarras de 1-0 y 2-1.
Mas todo ello es borrón y cuenta nueva. Villa Clara seguramente apretará las clavijas en defensa, donde cuenta con tres miembros de la selección nacional: Yenier Márquez, Jorge Luis Clavelo y Silvio Pedro. Pero al «Expreso» tampoco le será cómodo anotar, pues en la valla rival estará Danny «el pulpo» Quintero, quien parece el sustituto de Odelín Molina en el equipo Cuba.
Egipto, el rey de ÁfricaY aunque un poco tarde, pues somos muchos corazones para una sola página deportiva, cumplo con los aficionados que me exigen un resumen de la Copa Africana de Naciones.
Les cuento que Egipto se proclamó campeón por sexta vez y segunda consecutiva, al vencer en la final del pasado domingo a Camerún, 1-0. Mohamed Aboutreika anotó el único gol a los 77 minutos (su cuarto del torneo), cuando aprovechó un centro de Mohamed Zidan.
Así, el técnico de Camerún, Otto Pfister, no pudo convertirse en el segundo alemán en ganar el título africano. Fue su segundo intento tras conducir a Ghana a la final de 1992, que perdió ante Costa de Marfil. Winfried Schafer fue el otro alemán en levantar el trofeo, precisamente con Camerún, en 2002.