Los futbolistas agramontinos y su cuerpo técnico agredieron al árbitro principal del partido. El oficial trabajó mal, es cierto, pero nada justifica tales actitudes. Foto: Roberto Suárez Una desagradable trifulca matizó este sábado el duelo de vuelta entre Ciudad de La Habana y Camagüey, en el estadio Pedro Marrero, durante los cuartos de final del Campeonato Nacional de Fútbol.
Corría el minuto 90 y el choque estaba empatado 1-1. Si terminaba así, vencía el cuadro agramontino, pues ambos equipos habían igualado 0-0 en el cotejo de ida, y el gol vale doble como visitante. Entonces, se produjo un fuerte «encontronazo» entre dos jugadores en los límites del área donde defendían los visitantes.
El juez principal, Armando Casañas, quien tuvo una tarde aciaga, pitó la falta a favor de Camagüey, pero su auxiliar en la línea dictaminó lo contrario y le entregaron la esférica a los capitalinos. El resto, usted puede imaginarlo. Desde un ángulo complicado, el volante de contención Jaine Colomé, «dueño» de los balones detenidos, le pegó como sabe hacerlo y la esférica se anidó en la cabaña defendida por Pável Canto. Algarabía en la tribuna... y a correr los árbitros, pues los jugadores agramontinos —y su cuerpo técnico— perdieron el control y armaron el conato. Los oficiales ya no regresaron a la grama.
Así las cosas, el juego marcha 2-1 favorable a los giraldillos, pero no ha concluido oficialmente. La Asociación de Fútbol de Cuba se reunirá mañana para definir cómo termina esta «película».
Por su parte, Villa Clara selló su pase a semifinales al vencer por segunda ocasión a Guantánamo, esta vez 1-0 en Zulueta, con gol de Luis Alberto Villegas en el minuto 55.
Mientras, los duelos Ciego de Ávila-Pinar del Río y Holguín-Cienfuegos terminaron con empate 0-0. Pero clasificaron pinareños y cienfuegueros, pues habían salido airosos en los choques de ida.
En semifinales, Villa Clara se medirá con Cienfuegos, en tanto Pinar espera por su rival.