Las playas de Río de Janeiro son un gran estadio de fútbol. Río de Janeiro.— Llevo apenas dos días en esta populosa y bella ciudad, y ya he confirmado, con mis propios ojos, algo que desde pequeño me habían comentado: un balón de fútbol es capaz de mover a Brasil.
Llegamos cayendo la tarde, y quedé impresionado con una imagen. Casi toda la orilla de las playas de Ipanema y Copacabana, se congestiona de practicantes de fútbol. La portería final de una de esas improvisadas canchas, solo se separa dos metros de la otra.
En la noche, similar panorama. Balones por doquier, en la playa y en calles aledañas, en las cuales se agrupó la «torcida» para disfrutar del duelo Brasil-Uruguay, en la primera semifinal de la Copa América Venezuela 2007.
A pesar de la pírrica victoria de la escuadra canarinha, por 5-4 en tiros de penal, la prensa destacó el pase a la gran final, cuyo rival emergía la víspera del cotejo Argentina-México. El titular de O Globo era: «Doni, gigante, puso a Brasil en la final», alabando la actuación del portero, capaz de detener dos tiros penales de los uruguayos.
Y, como en el deporte los clásicos son los clásicos, hubo algunos hinchas que me comentaron: «queremos que gane Argentina, para repetirles la dosis de la pasada Copa América, cuando los derrotamos en tiros de penal, aunque ahora ellos tienen un equipo superior al nuestro».
LAS DAMAS PRIMEROSi un balón de fútbol puede mover a tantas personas en este gigante país sudamericano, entonces no podía ser otro deporte el encargado de iniciar hoy las actividades competitivas de los XV Juegos Panamericanos.
Y serán las mujeres las encargadas de hacerlo. El torneo femenino contará con la participación de diez selecciones, divididas en dos grupos. En el A moverán la esférica Brasil, Uruguay, Jamaica, Ecuador y Canadá, mientras en el B lo harán Estados Unidos, Paraguay, Panamá, Argentina y México.
El partido inaugural será entre Argentina y Panamá, en el Complejo Deportivo Miécimo da Silva, y en el mismo estadio jugarán más tarde Ecuador-Jamaica. Mientras, en el recién construido Joao Havelange, Brasil enfrenta a Uruguay y Estados Unidos a Paraguay.
Estados Unidos, líder del ranking mundial, se agenció el oro en el debut continental del fútbol femenino en Winnipeg-99, mientras Brasil es el actual monarca, tras la ausencia de las estadounidenses a la cita de Santo Domingo, 2003.
Y ya los hinchas aquí preparan sus gargantas para el grito de «¡gol!», cuando su equipo, presumiblemente, acceda a la final contra las norteñas. En el afán por dar a su país la medalla de oro, Río 2007 constituirá el regreso a las canchas de la brasileña Marta —elegida por la FIFA como Mejor Jugadora del mundo—, después de tres años de ausencia en su selección.