Un joven no identificado, que trabaja en la provincia de Shandong, y que su familia vive en el nordeste de China, quería llegar a tiempo para los festejos del Año Nuevo Chino, pero se gastó en un cibercafé el dinero del pasaje en tren.
Así que tomó su bicicleta dispuesto a recorrer los 1 700 kilómetros, solo que ni conocía bien el camino, ni tampoco sabía interpretar las señalas de tránsito, por lo que salió en sentido contrario.
Cuando había recorrido 550 kilómetros lo detuvo la policía por circular con ese vehículo por una autopista y supo de su error. Al final tuvo suerte, pues compadecidos de su ingenuidad y persistencia los gendarmes le compraron un pasaje en tren para que llegara a casa a tiempo.