Los investigadores, que no dejan palmo de gente sin escudriñar, sostienen que Beethoven habría hecho música siguiendo el irregular latido de su corazón. Peritos de las universidades de Michigan y Washington buscaron en varias composiciones pistas de un mal cardíaco que algunos creen tenía el genio. «Escuchamos en su obra algunos patrones de latido irregular», explican antes de agregar que ciertas piezas parecen «electrocardiogramas musicales». Mire usted, a los cardiólogos que yo conozco los «electros» no les quedan tan bonitos.