Daniel Norona, residente en una población del estado de la Florida llamada Panama City, fue acusado por el Departamento de Policía de esa ciudad de ofrecer paga a un hombre para robar una tienda e intento de soborno, pues el blanco escogido para el delito era nada menos que un agente policiaco. Del Plan A, Norona pasó rápidamente a un Plan B que él no había organizado: una celda donde puede pensar tranquilamente en qué se equivocó…