Sarah Chrisman decidió empezar a vivir como si perteneciera a la época victoriana, utilizando la ropa, productos y la poca tecnología de ese momento. Chrisman, oriunda de Seattle, cuenta que siempre le gustaron las historias de aquella época y cuando su marido le regaló un corset, decidió que era tiempo de cambiar su estilo de vida. Vendió auto, ropa, y tecnología, para ajustarse a su decisión. Ahora anda en una bicicleta de hace cien años y cocina recetas de fines del 1800. Lo único que ha conservado de la modernidad es su cuenta en Facebook.