«Comer chocolate para ganarse la vida era realmente el trabajo de mis sueños», confesó Angus Kennedy, y lo aprovechó. Pero el jefe catador de chocolate de Gran Bretaña se ha visto obligado a dimitir porque la ingesta diaria del rico manjar —grandes dosis de chocolate y azúcar—ha elevado peligrosamente el nivel de colesterol en la sangre.
Concienzudo en su trabajo, el problema es que desde 2010 su masa corporal fue en aumento y ahora, en beneficio de su corazón y para recuperar la figura, comenzó ejercicios físicos, una dieta balanceada y una nueva profesión: escritor, pero no de recetas con chocolate. Narrará sus experiencias como padre primerizo.