¿Usted pensaba que eso de comprar islas o un pedazo de la Luna o pasar las vacaciones en una nave espacial eran el colmo de las excentricidades de aquellos a quienes les sobra el dinero y no encuentran nada útil en que gastarlo? Pues estaba equivocado. Una mujer, cuyo nombre se desconoce, compró recientemente al Museo de Arte ¡No-Visible!, una pieza invisible llamada Aire fresco y por la cual pagó la exorbitante cifra de ¡10 000 dólares! Según los dueños de la extravagante institución cultural, la obra forma parte de un proyecto que pretende llevar el arte conceptual a un nuevo nivel y recopilar piezas que no existan en el mundo físico, sino solamente en la imaginación del artista. Según contó la entusiasmada coleccionista, lo único que recibió fue una tarjeta con la descripción de la supuesta pieza y una carta de autenticidad. Ahora podrá «exhibirla» orgullosamente y sobre todo ¿describírsela? a sus amistades.