Walter Acre, un adolescente noruego de 13 años, caminaba de la escuela hacia su hogar cuando se encontró rodeado de cuatro lobos hambrientos. En el momento en que parecían a punto de atacarlo, sacó su teléfono celular y puso a todo volumen una canción de Megadeth, un grupo de rock. No se supo quién resultó más asustado, pues los lobos salieron huyendo con la música en una alocada carrera, mientras Walter quizás intentaba mover algún músculo y seguro daba gracias a sus gustos musicales.