Si alguien cabecea durante una obra de teatro planificada para el próximo año en Londres, no debe temer recibir en las costillas un codazo de su vecino, porque de seguro estará también como una piedra. «Lullaby», como se llama la pieza, está diseñada para que las audiencias duerman. Por solo 42 libras (unos 48 euros), los espectadores podrán disfrutar de una relajante actuación, una cama, una llamada para despertar y un desayuno en la mañana. Ah, y si a la mañana siguiente alguien quiere darse una ducha, solo tendrá que pagar un bono extra.