En lo alto de un risco de los Alpes suizos, una gran X marca un punto famoso en todo el mundo, y atrae a los turistas y sus cámaras: la cascada de Reichenbach, donde según las letras de Conan Doyle, el detective Sherlock Holmes luchó con el profesor Moriarty hasta precipitarse ambos en el abismo. En el cercano pueblito de Meiringen, ¡todo se llama como el protagonista de la novela!: avenida «Sherlock Holmes», club nocturno «Sherlock Holmes», funeraria «Good bye, Sherlock», y así, todo en pos de que los turistas se den una vuelta por allí. ¡Elemental, Watson!