Un centenar de erizos cuidados en un centro de protección escocés tendrán que bajar unas libritas si quieren ser reinsertados en su hábitat natural, en la región de Pitlochry.
Según el responsable de la institución, desde que los animalitos llegaron en diciembre han engordado tanto que su sobrepeso les impide enrollarse en forma de bola para protegerse de sus predadores.