Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Desmond Hatchett no ha perdido el tiempo. A sus 29 años, este norteamericano de Knoxville, Tennessee, ha tenido unos cuantos hijos. Nada menos que... ¡21! Y claro, cada uno tiene una boca, por lo que la cuenta da, exactamente, 21 bocas que alimentar. Un juez tuvo que recordárselo recientemente, al citarlo por una acusación de que no les pasaba a las 11 madres de los muchachos la pensión alimentaria. Las autoridades planearon inicialmente retirarle la mitad del sueldo, pero se dieron cuenta de que, con lo que gana, habría tocado a... tres dólares por nené a la semana. Según trascendió, algunos enfurecidos residentes de Knoxville han sugerido castrarlo con unas tijeras. Mi consejo, travieso Desmond: ¡Múdate!

Una pareja neoyorquina estará de verdad en las nubes cuando se case a finales de este mes: intercambiará los votos matrimoniales con gravedad cero. Noah Fulmor y Erin Finnegan estarán flotando mientras se dicen: «Sí, quiero», en un Boeing 727 que partirá del Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral el 20 de junio, informó AFP. Aunque tal vez tengan que cuidar que los anillos no se les escapen flotando. Vamos a ver qué pasa si un día deciden divorciarse: apuesto a que cada uno querrá ver al otro montado, no en un avión, sino en un cohete ¡bien lejos!...

El robo de pollos y gallinas se disparó desde que se inició la crisis económica en el municipio Jesús María, en el estado mexicano de Aguascalientes (centro), pero cuando las autoridades dan con los culpables, estos «tienen el botín en el estómago», se lamentó la alcaldía. «Debido a que la gente no tiene para comer, se han disparado los robos de conejos, gallinas, borregos y chivos de muchos corrales de la zona urbana y rural de Jesús María. Son cosas que siempre se han dado pero recientemente se han incrementado», dijo el edil Gregorio Zamarrita. «Los policías solo han encontrado plumas de gallinas en el campo, y huesos de chivos y conejos, porque algunas personas los roban para hacer su día de campo», añadió. Pero esta situación suena casi inevitable. Con tal de que no se desayunen al pobre Zamarrita...