La obra del escritor matancero Raúl Piad Ríos muestra madurez y coherencia. Autor: Tomada de Twitter Publicado: 18/06/2025 | 06:42 pm
HOLGUÍN.— Por la solidez de su propuesta narrativa, la sensibilidad con la que aborda recursos humanos universales y la precisión estilística con que construye sus atmósferas, el cuaderno Donde se marchitan los olivos, presentado bajo el seudónimo de Randoplh Carter, mereció el 26to. Premio Celestino de Cuento.
Así se lee en el acta del jurado. Su autor, Raúl Piad Ríos, siempre estuvo ligado, de una manera u otra, al fascinante mundo de los libros. Participar en este certamen, convocado por Ediciones La Luz y la sección de literatura de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en Holguín es uno de los logros de un camino que emprendió desde su niñez.
«Mi interés por la literatura comenzó a muy temprana edad. En ese momento, quizá no era consciente de querer escribir o plasmar inquietudes de cualquier tipo. Era una atracción hacia la lectura y me entretenía con cualquier libro que caía en mis manos.
«Desde pequeño, fui un lector voraz y solía visitar mucho la biblioteca provincial de Matanzas. Creo que, a partir de esas lecturas, nació el interés y comencé a preguntarme qué sucedería si yo intentara escribir, por ejemplo, la segunda parte de ese libro que tanto me gustó.
«Los contactos con otros escritores y los talleres literarios hicieron que una cosa viniera detrás de la otra, hasta el día de hoy. Las corrientes literarias que más han influido en mi formación han sido la ciencia ficción y la fantasía, como géneros»,
Sobre autores y primeras veces
«En cuanto a la narrativa, si tuviera que enmarcarse en una corriente literaria afín o específica, no me atrevería a decir que tenga alguna, sino que en ella se pueden encauzar muchas de las que han permeado el género a lo largo de los años. Una de ellas pudiera ser la New Wave, que descubrió a muchos autores que no venían del mundo de las letras en Estados Unidos e Inglaterra, a mediados del siglo XX.
«Siempre me es difícil seleccionar a los autores que más han influido en mí, aunque si tuviera que decantarme por alguno estarían los clásicos, como Tolkien, Lovecraft, Poe, J.R.R Martin, Dan Simmons, Frank Herbert, entre otros que se desmarcan un poco del género, pero han influido por el cauce del tema que abordan, como Junot Diaz.
«Cuando van pasando los años y se van acumulando las experiencias es complicado definirse por una. Si tuviera que elegir, me quedaría con la primera vez que tuve un libro mío publicado en físico, que fue precisamente Lo mejor es soñar, Premio David del año 2017 y publicado en 2019.
«La emoción que se siente al tener un libro tuyo en las manos, con todo ese caudal de ideas y pensamientos que pasan por la mente, es inolvidable. También pudiera quedarme con el momento en que un aspirante a escritor vino a mí en busca de consejos y revisión, después de haber leído mi obra.
«En momentos así, uno tiene casi que obligarse a creerse que realmente está en el camino correcto y puede llegar a convertirse en un escritor aceptable».
Raúl Piad aconseja a los jóvenes que se inician en el mundo de la literatura, escribir, por encima de cualquier cosa.
No hay mejor despedida que el Celestino
«El Celestino es uno de los premios más importante que existe en Cuba, tanto para la joven narrativa como para la no tan joven. Es decir, gracias a la calidad de sus ganadores y el amor que le han puesto quienes lo convocan ocupa un papel bastante cimero.
«Ganar el Celestino era un anhelo. Lo había intentado en una ocasión anterior, pero no tuve la suerte de ahora. Esta es otra vía para ir más allá y darse a conocer ante otro tipo de público lector, diferente al que sigue mi obra habitualmente.
«Representa una alegría muy grande, porque es una especie de despedida dentro de la AHS, pues a finales de este año supero la edad establecida para estar en sus filas. No hay mejor despedida que hacerme con el Celestino.
«El libro de cuentos ganador, que se titula Donde se marchitan los olivos, tiene un total de siete cuentos y, salvo dos de ellos que tiene alrededor de un par años, el resto fueron concebidos y escritos entre noviembre de 2024 y abril de 2025.
«Todos abordan y giran en torno a un tema común: el horror. No es un horror visceral o que apueste por el cine gore, sino que trata de ir más hacia lo sicológico, mostrar atmósferas inquietantes, entrar en lo más profundo de la mente humana y señalar cómo la oscuridad interior puede ser a veces peor que la exterior.
«También abordan lo desconocido, el miedo a lo que no se ve o se comprende. Es un tipo de horror que considero bastante difícil de escribir, pero realmente es el que yo prefiero y he tratado de desarrollar en estos cuentos».
El sueño de publicar con La Luz
«Publicar con La Luz también era un viejo anhelo. La primera vez que vi un libro de la editorial, que lo tuve en mis manos y pude visitar Holguín y su sede, quedé muy sorprendido y encantado a partes iguales con su trabajo y me dije a mí mismo que quería publicar un libro con ellos.
«Tengo la fortuna de que allí esté uno de mis libros, hace aproximadamente dos años, que debe salir en los próximos meses. Así que voy a publicar por partida doble con esa casa editora, por lo que será un sueño hecho realidad.
«La Luz es una editorial muy perfeccionista, que cuando uno ve uno de sus libros siente un gran placer y se da cuenta de que está en otro nivel, en cuanto a su trabajo de edición, la maquetación y todo lo que hace de un libro un objeto bello y hermoso.
«Es un placer, además, ser reconocido en una provincia geográficamente distante de la mía, pues soy nacido y criado en Matanzas, donde vivo todavía».
Lo que significa ser escritor
«Los premios literarios en Cuba constituyen parte del via crucis en que se embarcan todos aquellos que desean empezar a escribir y llegar a alguna parte, porque brindan la oportunidad de ser publicados en un contexto marcado por la crisis económica que afecta al país y a las editoriales.
«Además, te da visibilidad ante el público, la crítica y tus pares. Se te abren otras puertas y oportunidades, a las que quizá no podías llegar antes. Por ello, un premio como el Celestino es un impulso para que los jóvenes escritores crean que es posible llegar a algún lado.
«La literatura actual en el país es un reflejo del escenario general, que no escapa a esta crisis multisectorial que afecta a todos los estratos de la vida de los cubanos. Creo que existe desánimo en algunos jóvenes escritores por no ver sus libros publicados.
«Esto puede estar dado por la falta de papel y otros materiales, así como por la aplicación de políticas erradas como la prominencia que se le intenta dar al libro digital por encima del físico, lo cual para mí es desacertado. El libro digital debería ser un mero complemento.
«Sin embargo, creo que siguen existiendo deseos de escribir, lo que habla mucho sobre el oficio y la verdadera pasión de lo que significa ser un escritor. Bajo la tormenta, existe una resistencia que en otros tiempos de crisis ha mantenido a esas pequeñas semillas que terminan por germinar.
«Para los jóvenes que empiezan no tengo otro consejo que no sea escribir. Creo que lo principal es dedicarle a la escritura horas del día donde sea, frente a una computadora o con un lápiz y un papel. Es importante mostrar humildad todo el tiempo, escuchar las sugerencias de los colegas y los lectores.
«Nunca se sabe todo y siempre se puede perfeccionar lo que hacemos. Hay que intentarlo una y otra vez hasta obtener resultados. Una carrera literaria no es una carrera de velocidad, sino de resistencia».