¡Se calienta la escena!

Los vientos frescos de los últimos meses del año nos hacen sentir la cercanía de nuestra tropical época invernal, sin embargo, altas temperaturas y mucho calor se pronostican para los próximos días en la sala Adolfo Llauradó, con Candela, la más reciente producción de Jazz Vilá Projects (JVP), cuyo estreno será el 1ro. de diciembre. A los asistentes se les recomienda estar hidratados, informados y, sobre todo: ¡Mantener sus celulares encendidos!

Son muchos los aspectos atractivos que se conjugan en este montaje, con el fin de ofrecer al público una propuesta divertida e interactiva. Al respecto, Juventud Rebelde dialogó con Jazz Vilá, director de la compañía.

«Candela es la nueva apuesta de JVP, enfocada en la línea de los grandes éxitos de la agrupación. Esperamos que sea la fiel heredera de esa trilogía conformada por Rascacielos, Eclipse y Farándula; y así tener cuatro joyas, como en el ballet.

«En un primer momento, la pieza fue concebida como un monólogo. Esa fue la idea original, tener nuestro primer unipersonal, pero fue hace dos años, antes de que empezara la pandemia. Como todos los procesos creativos, sufrió cambios; y para bien. Las restructuraciones, y ese crecimiento durante estos últimos meses, nos llevaron a seleccionarla como la sucesora en esta línea de trabajo que nos ha caracterizado, aunque teníamos otras propuestas para valorar».

Candela, cuyo título se mantuvo invariable, algo que no es usual en el quehacer de JVP, nos presenta a una actriz que intenta reivindicarse a sí misma, a partir de su esfuerzo continuo, para demostrar sus capacidades. La pieza nos habla de la persistencia, del deseo de continuar pese a las dificultades, de construir los sueños y hacerlos realidad. El mensaje que busca transmitir es que, en la vida, si bien el talento desempeña un rol importante, también resulta imprescindible el esfuerzo y el empeño en pos de alcanzar el éxito; se necesita perseverancia para triunfar, como motor impulsor en aras de un mañana mejor.

Para JVP, Candela ha sido la más difícil en cuanto a dramaturgia y a puesta en escena. Uno de sus principales distintivos es que se caracteriza por ser una producción muy interactiva, depende muchísimo del público. En ese sentido las expectativas son elevadas, porque el espectador no será un mero observador, un ente pasivo, sino que formará parte de la narrativa, de todo lo que acontezca y se genere en escena. Esa peculiaridad supone un reto para los actores, que tendrán que poner un extra en ese complejo toma y daca con el auditorio.

La compañía que dirige Jazz Vilá ha desarrollado en su quehacer tres grandes vertientes: teatro infantil, teatro mínimo con obras más puntuales dedicadas a festivales; y aquella donde se inscriben las producciones más llamativas y reconocidas del colectivo fundado en 2015 por el actor, director, productor y dramaturgo.

«Está pensada para todos los públicos. Es, además, la primera pieza que concebimos como un híbrido, porque puede llevarse lo mismo a un teatro, a una plaza, que un cabaret… Funciona para espacios tradicionales y alternativos, interiores o exteriores.

«Otro elemento muy curioso es el referido a los celulares. Siempre en los teatros se pide que se apaguen los teléfonos, y se me ocurrió que esta vez podíamos intentar lo contrario, invitando a los asistentes a dejar sus dispositivos móviles encendidos y que esa condicionante formara parte del espectáculo. El hecho de que un teléfono suene va a agregar una variación en la puesta, y la gente podrá encontrarse con algo nuevo e irrepetible en cada función. Lo que suceda será un descubrimiento para todos.

«Candela se suma a ese principio de nuestra compañía de atraer al público joven con el entretenimiento como gancho principal, pero también nos interesa abarcar otros segmentos etarios y llegar a la mayor cantidad de gente posible, congregar a generaciones diversas y que se sientan identificados con la propuesta. Continuar con ese estilo de teatro más ligero, cercano, no significa descuidar la profundidad y el sentido de la estética. Por eso, por primera vez, incluimos la interpretación de música en vivo y el uso de un vestuario que no es permanente, sino que cambia en cada salida a escena y tributa a un montaje muy colorido.

«La selección del elenco vuelve a ser un aspecto primordial. De la misma manera en que uno mira al cielo en la noche y busca las estrellas más brillantes, yo trato de que en el firmamento de mis obras también haya histriones sobresalientes. En este caso podremos disfrutar del desempeño de Michel Pentón, consagrado humorista y un excelente actor dramático; la inmensa y multipremiada Yordanka Ariosa; y Tony Lugones, quien nos acompañó en Farándula y ahora nos regala una caracterización increíble. Ellos estarán escoltados por los noveles actores Laura Tarrao; Angelo Fabián, que ya había trabajado con nosotros en Rascacielos; y Tomás Agüero, quien nos acompaña desde la segunda temporada de Farándula. Otras sorpresas se irán sumando y, entre ellas, la colaboración de grandes artistas», comenta Jazz Vilá, en exclusiva para nuestro diario.

Sobre la evolución de JVP, su director asegura que cuando inició este camino, con la ilusión de llevar una propuesta teatral distinta para los jóvenes, nunca imaginó formar parte de un fenómeno que arrastra tantos espectadores. «El mero hecho de anunciar Candela ha traído una avalancha de personas queriendo estar, participar; quizá porque nos hemos convertido en sinónimo de entretenimiento, de buenos momentos. Esta pieza tiene lo mejor de todas nuestras obras anteriores. Por eso me siento sumamente agradecido de mi increíble equipo de trabajo y por el punto que hemos alcanzado.

«Mis aspiraciones se resumen en que el público pase un fin de año agradable, despertar los deseos de seguir adelante, de atravesar las tormentas y saber que el teatro sigue siendo ese universo mágico donde podemos refugiarnos por un momento y buscar los mundos paralelos que necesitamos encontrar para recomenzar», concluyó.