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Antonio es un creador empírico que ahora perfecciona su obra con el aporte de la academia. Autor: Ana Esther Zulueta Publicado: 22/10/2021 | 12:07 am
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— Antonio López Vega tiene un pacto de lealtad con las formas, colores y conceptos, los que equilibra en el lienzo, en el que desborda todo su potencial y destrezas con la paleta para crear un universo propio y simbólico.
Este joven pinero, que se inició en el arte de manera autodidacta, se declara un pintor expresionista con un gusto particular por los paisajes, historias y personajes del mar, quizá una herencia de identidad por vivir en una Isla dentro de otra Isla.
Antonio tenía entonces solo la inspiración, el talento bruto y las ganas de hacer. No se dejó vencer por las adversidades y pintó. Pasó trabajo al no estar registrado como creador, dato que lo imposibilitaba de participar en eventos y exposiciones de su interés. Fue persistente y cuando tuvo la oportunidad demostró su competencia.
Ya acumula en su currículo varios premios en concursos internacionales, entre los que figura Los pescadores del zapato, en una galería digital de Londres, Inglaterra; ganó en 2019 una beca en Polonia, pero no pudo asistir por falta de presupuesto, y luego se agenció el tercer lugar del concurso de Bellas Artes de Agora Gallery, en Nueva York.
Hace más de dos años que es miembro de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y ahora preside la sección de Artes Plásticas.
«A la AHS le debo mucho, porque te mantiene activo y trabajando intensamente; el apoyo que recibimos es invaluable, además de las oportunidades que ofrece el paquete de becas y premios», comenta y lamenta que la COVID-19 limitara la posibilidad de participar en la reciente convocatoria a la Beca de Creación Antonia Eiriz o a la Beca de Creación Juan Francisco Elso.«No obstante, no estamos quietos; nos mantenemos creando y recientemente gané en una exposición en la Uneac de Isla de la Juventud para hacer un videoarte promocional y en eso estamos trabajando.
Este joven pinero se inició en el arte de manera autodidacta. Foto cortesía del artista
«Los espacios están y los procesos bien definidos; solo hay que participar», dice este joven estudiante de la Universidad de las Artes de Cuba, enfocado ahora, junto a su colega y amigo Leandro Mompié, en aprovechar la posibilidad de hacer proyectos que tributen al embellecimiento de este municipio especial.
«Nos interesa convertir nuestras ideas en obras para los espacios urbanísticos, sociales y arquitectónicos de la ciudad; otorgarle a esta Isla una visualidad contemporánea desde la intervención artística», explica López Vega, quien cursa el segundo año de la especialidad de Conservación y Restauración.
En estos momentos López Vega, junto a Leandro Mompié, conforman el dúo Paréntesis, con el propósito de dejar sus huellas en el entorno urbanístico pinero desde la renovación de saberes y proyectos que los diferencie y resalte.
La idea, coinciden ambos, es patentizar en primer lugar que son creadores de Isla de la Juventud y potenciar el arte aplicado a lo social, con énfasis en la historia local, rica en valores patrimoniales construidos antes o después del triunfo de la Revolución.
«Somos de los que piensan que a este territorio le falta imagen, y aunque existen algunas esculturas no tienen protagonismo dentro de la ciudad. Nos gustaría presentar varios proyectos, sobre todo en los repartos residenciales, precisados de esculturas, parques temáticos…, que logren, además de una visualidad diferente, conectar a las personas con su entorno y dejen de ser tan dependientes de la tecnología», dijeron.
El dúo Paréntesis nació cuando López Vega invitó a Leandro a su taller; allí decidieron presentar la muestra titulada Punto de encuentro, y desde entonces convinieron en imitar uno al otro sus maneras de hacer.
Recientemente López Vega inauguró una exposición personal bajo el título El ícono y la referencia. Foto cortesía del artista
«Conocer a Leo y decidir trabajar juntos me obliga a hacer una pintura más inmediata; a partir de entonces empezamos a generar proyectos. Actualmente, gracias a esa dinámica de creación, tengo seis exposiciones personales», precisa Antonio.
Recientemente, López Vega inauguró una exposición personal en la galería Martha Machado, de Nueva Gerona, bajo el título El ícono y la referencia, en la que el retrato y la figura humana son el centro y motivo de la propuesta, inspirada en la película Circo del Sol: Mundos lejanos, del cineasta estadounidense James Cameron, en lo que, al sentir del joven pintor, se exalta de manera simbólica la figura humana y logra una composición que respeta las proporciones ideales en correspondencia con su realismo.
La muestra está abierta al público durante septiembre y lo integran ocho piezas: siete son pinturas basadas en la técnica de óleo sobre lienzo de mediano y gran formato y una instalación, en las cuales recurre al reflejo como recurso expresivo y a los escudos de armas como iconografía.
Así dedica Antonio su tiempo al arte, moviendo paletas en el lienzo al que le une un pacto de amor y creatividad, guiado por perspicacia y la corazonada de continuar perpetuando el patrimonio de una nación, de su universo y de su terruño, para transmitirlo de una generación a otra.
