Durante el encuentro se mostró la réplica a escala de un barco utilizado en la trata esclavista en Cuba. Autor: Hugo García Publicado: 16/10/2021 | 11:59 am
MATANZAS.— «La tragedia de la esclavitud africana se convirtió en el mayor holocausto de la historia, con una crueldad terrible», manifestó el doctor Miguel Barnet, presidente de la Fundación Fernando Ortiz y miembro de honor de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), durante la conmemoración del aniversario 135 del final de esa servidumbre en Cuba.
Barnet se refirió al legado africano a la identidad nacional durante las sesiones del Coloquio Esclavitud y Resiliencia, celebrado en el Castillo de San Severino en Matanzas, sede del museo de la Ruta del Esclavo, que agrupó a un grupo de investigadores del tema.
Durante el encuentro el director del Archivo Histórico Provincial, Carlos Torrens Molina, anunció la puesta a disposición de los investigadores de 39 legajos y 2000 expedientes relacionados con el esclavismo en el territorio matancero.
La documentación recoge datos sobre el comercio humano y su explotación en los ingenios azucareros de la zona, donde llegó a concentrarse la mayor cantidad de mano cautiva en Cuba durante la primera mitad del siglo XIX, según reconoció Alberto Granado Duque, director de la Casa-Museo de África, razón por la que Matanzas se considera la cuna del esclavismo en Cuba.
En el evento se recordó el 135 aniversario de las promulgaciones legales que hicieron cesar por completo ese tipo de explotación, sufrida por alrededor de un millón de personas desde finales del siglo XVIII, de acuerdo con estimados de diferentes análisis históricos.
Durante el intercambio Carlos Torrens Molina entregó al Museo La Ruta del Esclavo un documento original en el que se notificaba el fin de la tenencia de hombres, mujeres e infantes de distintas edades en propiedad de hacendados y familias blancas.
En el Coloquio, el escritor e investigador Miguel Barnet se refirió a la huella de África en la identidad nacional. Foto: Hugo García
Al recordar el daño ocasionado por ese flagelo a la humanidad y su impacto en la historia cubana, Miguel Barnet recordó a Esteban Montejo, esclavo rebelde, quien se incorporó a las guerras independentistas para luego convertirse en el protagonista de la novela-testimonio Biografía de un cimarrón.
«A Esteban Montejo siempre lo tengo presente, no lo olvido nunca —subrayó a JR el etnólogo cubano—. En un momento como este, conmueve mucho su relato en mi libro Biografía de un cimarrón, cuando Montejo me dice que se encontraba en el monte con el pelo encaracolado, ve a una negra vieja con un niño y pregunta: “¿Señora, es verdad que se acabó la esclavitud?” Y ella responde: “Si, hijo; sal ya del monte”».
La máster Isabel Hernández, directora del Museo la Ruta del Esclavo, brindó una explicación de las acciones realizadas por la institución para preservar la memoria sobre ese período, las cuales incluyeron la reconstrucción a escala de la réplica de un barco utilizado en el comercio esclavista y la inauguración de una pantalla táctil para que el público interactúe con información sobre la herencia africana.
Por su parte Pedro de la Hoz, presidente de la Comisión José Aponte de la Uneac, ratificó el compromiso de luchar contra los prejuicios y la discriminación racial en el país y junto a Alberto Granado Duque llamó a trabajar en la digitalización de la información sobre ese período que se encuentra en los archivos e incentivar el uso de las redes sociales para expandir el conocimiento del legado de África a la cultura nacional.