De izquierda a derecha: Frank Arteaga, Ana Ibis González, Gabriel Valenzuela y Jorge Smith Autor: Tomado de Internet Publicado: 18/06/2020 | 10:21 pm
Impedirle a los tuneros celebrar el 12 cumpleaños del proyecto cultural que más aman, su Peña Prodigiosa, se halla entre los dolores más grandes que le ha causado la COVID-19. Se trata de un popular espacio que nació en familia, al calor del encuentro de cuatro amigos: Ana Ibis González Fonseca, Frank Arteaga Pupo, Gabriel Valenzuela Pérez y Jorge Luis Smith Miranda, en diciembre de 2007, en la ciudad cabecera del llamado Balcón del Oriente.
«Estábamos en casa de Ana Ibis cuando surgió la idea, movidos por el entusiasmo que despertó en nosotros un concierto de KC and the Sunshine Band que su hermano había traído de Canadá. Pensamos que sería bueno crear una peña donde se pudiera reunir la gente de nuestra generación a escuchar la música de la llamada Década Prodigiosa y tal vez disfrutar de algunos de aquellos videos», cuenta a JR Smith Miranda, sin discusión una de las figuras públicas más entrañables de Las Tunas, quien fuera por muchos años el director del teatro principal de la urbe.
«Fuimos a hablar con Chachi (Marina Lourdes Jacobo, actual presidenta de la Uneac en Las Tunas) entonces directora del Centro Cultural Huellas, para que este céntrico sitio se convirtiera en la sede. Chachi, promotora cultural nata, enseguida nos apoyó y de inmediato comenzamos a crear las secciones con las cuales conformar una especie de espectáculo donde el público disfrutara de propuestas interesantes, se divirtiera y pudiera bailar esa música que tanto los marcó.
«La primera edición tuvo lugar el 13 de junio de 2008. Desde entonces, la Peña Prodigiosa se ha desarrollado sin parar. Cuando cerraron Huella, para una reparación que demoró cinco años, la movimos para todos los lugares posibles de la ciudad donde nos abrieran las puertas, como el Café Cantante, La Arboleda, el cabaret Taíno, La Pérgola... Incluso llegamos a realizarla hasta en pleno Boulevard.
«En cada encuentro, cada mes, dejamos la piel porque la organizamos a título personal, todo lo buscamos nosotros, sin ayuda institucional alguna, ni siquiera contamos con la asistencia de sus directivos, pero los tuneros la siguen. Dondequiera que se lleva a cabo, el espacio no alcanza, mucha gente se queda afuera», dice con orgullo unos de los teachers más famosos de la zona.
—Smith, ¿Cuál es la razón de tanto éxito?
—Es que la Peña Prodigiosa no es solo diversión por diversión, ni un lugar para mimarle la nostalgia a un grupo de «tembas», como algunos nos llaman, se trata de un proyecto con muy claros propósitos socioculturales y educativos, por lo cual resulta atractivo también a esos jóvenes que fueron una vez casi «obligados» para complacer a sus padres, tíos, abuelos, y ahora ellos son los primeros: llegan temprano a marcar con sus parejas y amigos para no quedarse afuera. Sí, se pasa muy bien, porque es una propuesta que siempre está bien arriba, procurando encontrar la alegría, en medio de un ambiente de sano esparcimiento, cordialidad y respeto entre todos los asistentes.
«Contribuir a fomentar valores estéticos en las nuevas generaciones fue uno de los objetivos que nos impusimos desde el principio. Pero teníamos que conseguir que los jóvenes se acercaran y participaran, porque esa podía ser una buena oportunidad para entre todos rescatar esas necesarias cultura y ética del comportamiento social.
«Por principio, la Peña Prodigiosa se realiza los segundos viernes de cada mes, entre 9:00 p.m.y 12:00 a.m., y, como ya te expresé, cuenta con un público formado y habitual, que sabe que en una primera parte habrá diferentes secciones con entrevistas a personalidades de la provincia o nacionales, momentos culturales y actuación de reconocidos profesionales, pero también de probados talentos del movimiento de artistas aficionados y de la escuela de arte. «Todas estas propuestas mantienen un hilo conductor ligado con la música, o una efeméride (el 20 de octubre o el aniversario de fundación de Las Tunas, por ejemplo), o alguna fecha marcada como el Día de las Madres, el de los Padres, de la Mujer, de los Estudiantes...
«El Invitado Prodigioso constituye una de nuestras secciones de excelencia: consiste en una entrevista a una persona que, de alguna manera, haya conseguido robarse el corazón de los tuneros, y ofrece la posibilidad de que los asistentes puedan intercambiar y hacer sus propias preguntas. Por supuesto que hemos recibido a personalidades que nos han prestigiado, como la musicalísima Beatriz Márquez, el reconocido cantante y compositor José Valladares y la vocalista española María Jesús, mas el hincapié lo hemos hecho en la gente del terruño.
«Por ahí han desfilado músicos, trovadores, cantantes, escritores, actores, profesores, investigadores, arquitectos, médicos, periodistas, realizadores, peloteros, entrenadores...Lo de la Peña Prodigiosa ha sido tanto, que ha tenido que llegar a municipios como Amancio, Manatí y Puerto Padre, y hasta se ha atrevido con las “giras”: Camagüey, Bayamo, Caibarién, Manzanillo, Holguín... Sí, han sido 12 años muy fructíferos... En Las Tunas y dondequiera que vayamos el público siempre es excelente y se crea un ambiente muy familiar. Ese debe de ser el éxito».
—De teacher al sector de la Cultura...
—Yo me gradué de maestro y comencé a trabajar en el curso 69-70 en la zona de Cayo Mambí, un poblado perteneciente al municipio de Frank País, en la provincia de Holguín. Vivía en la casa de un campesino en un lugar llamado Río Frío. Esa fue una etapa muy bonita, la verdad. Al terminar el curso, regresé a Las Tunas y estuve varios años en la primaria Manuel Ascunce. Luego me especialicé en inglés en la Escuela de Idiomas y me propusieron impartirlo en diferentes secundarias de la ciudad, hasta 1980.
«Es un idioma que me fascina: mi abuelo, Fred Smith, era norteamericano, natural de Springfield, Illinois. Él venía a Cuba a traer ganado cebú. Se estableció en el poblado de Bartle, al casarse con Rosa Verdecie, en 1920. En sus últimos años vivió en Camagüey. Nunca aprendió a hablar español. Mi padre hablaba algo de inglés y me enseñó ciertas frases y palabras, de ahí me viene la pasión...
«Luego, en la década de los 80, me uní a un grupo de diseño de la Dirección Provincial de Comercio. Desarrollé más mis dotes de dibujante y diseñador.Luego me trasladé a la Fábrica de Cerámica y me hice ceramista. En los 90, pasé al Poligráfico como diseñador principal durante nueve años.
«Al Teatro Tunas entré en 2002. Lourdes Medina, entonces subdirectora artística de Cultura Provincial, me propuso su dirección, tomando en cuenta que yo había tenido un vínculo muy fuerte con el Centro de Cine y la Dirección Provincial de Cultura en los festivales Cinemazul (cuya imagen gráfica es mía) y en las Cucalambeanas, y como presentador de galas y espectáculos.
«Jamás había dirigido nada. Aquello era desastroso en todos los aspectos, pero con mucha paciencia y la ayuda de Cultura pusimos manos a la obra hasta que se convirtió en una plaza fuerte, incluso antes de la reparación en 2006. Creamos eventos al estilo de A tiempo con la danza, El aguijonazo, el Encuentro Nacional de Orquestas de Guitarras. Todo eso se perdió. Solo queda, respirando con dificultad, Ánfora.
«La apoteosis fueron las visitas de Alicia con la compañía, el concierto de Frank Fernández, de la Camerata Romeu y la actuación de Cristina Hoyos y el Ballet Flamenco de Andalucía, que para mí fue lo más grande que ocurrió, algo inolvidable.
«Al cabo de 11 años, al no poder contar con presupuesto para mantenimiento, reparación y, sobre todo, para programación, decidí irme, porque sentí que ya no hacía nada allí con las manos atadas y sin la ayuda de nadie.La idea de hacer el Café Cantante en la segunda planta fue mía. Perteneció al teatro y también se perdió, ahora responde a Artex».
—Volviendo a la peña, esta vez la pandemia le boicoteó la fiesta...
—Ni creas. En estos tiempos hemos usado con más insistencia nuestra página en Facebook: Peña Prodigiosa online. Teníamos que celebrar el Día de las Madres... Había que hacerlo, pues nuestros seguidores no nos lo iban a perdonar.