Julio Verne nació un ocho de febrero Autor: Twitter Publicado: 08/02/2019 | 12:43 pm
Viaje al centro de la Tierra (1864), De la Tierra a la Luna (1865), Los hijos del capitán Grant (1868) Veinte mil leguas de viaje submarino (1870), La Vuelta al mundo en 80 días (1873) y La isla misteriosa (1874), son los mundos imaginarios en que miles de personas han explorado las fantasías predictivas de un maestro de la Literatura universal: Julio Verne. Y es precisamente este 8 de febrero cuando el padre de la Ciencia Ficción arriba a su 192 aniversario.
El segundo autor más traducido de todos los tiempos, después de Agatha Christie, con 4 185 traducciones, de acuerdo al Index Translationum. Famoso no solo por la excelencia de sus obras, en las que aventura y tecnología se unían para maravillar al lector por las posibilidades del progreso humano, sino también prestigiado por sus innumerables predicciones futurístias, fruto del ingenio, este 8 de febrero te regalamos algunas de sus «adivinaciones» más famosas.
Predicciones de Verne
El uso de tanques de guerra, el helicóptero, la tortura por descargas eléctricas, las bombas de fragmentación, el cañón de largo alcance, los misiles teledirigidos, las alambradas electrificadas, el cine sonoro, los rascacielos, la contaminación o la ciudad ecológica, son esbozados en obras como La casa de vapor, 20 000 leguas de viaje submarino, Ante la bandera, o Robur, el dueño del mundo.
Pero en una de sus más respetadas novelas de anticipación, De la Tierra a la Luna, completó una serie de predicciones muy precisas:
- Verne sitúa un telescopio de 5 metros de diámetro en las Montañas Rocosas.
- En lugar de elegir a los países promotores de los viajes a las potencias de su tiempo (Francia e Inglaterra), prefirió a Estados Unidos y Rusia.
- En el primer viaje experimental de la novela de Verne viajan animales. En la historia real es una perra llamada Laika.
- La nave de Verne tenía un sistema de refrigeración basado en un circuito cerrado, lleva alimentos concentrados y tiene cohetes secundarios para corregir la trayectoria, como las naves modernas.
Una infancia de ensoñación y encierro
Se suele contar que Julio Verne se volvió un genio soñador de las Letras porque no pudo viajar.
A sus once años, el pequeño Verne soñaba con conocer los misterios del planeta desde un barco, por eso se fugó de casa para alistarse en una tripulación como grumete, pero su padre frustraría los planes.
El barco que casi lo acoge fue un mercante que viajaba a India llamado Coralie. Algunos biógrafos aseguran que Verne planeó huir en ese navío con la intención de comprar un collar de perlas para su prima Caroline (de quien estaba enamorado), lo cierto es que desde que su padre frustrara la huida el pequeño empezó a escribir historias para suplir su necesidad de conocimiento y aventura.
Se afirma que una maestra avivó su gusto por las historias contándole anécdotas de su marido marinero.
De niño, Verne estaba interesado en la poesía y la ciencia. Leía y coleccionaba artículos científicos, demostrando una curiosidad casi enfermiza que le duraría toda la vida.
Esta historia sigue inspirando a muchos a cumplir sus sueños como escritores, y sin duda, nos recuerda el innato ingenio de este maestro de las letras, que no muere aun cuando cumple sus 192 años.
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