Mauricio Figueiral, trovador cubano. Autor: Cortesía del entrevistado Publicado: 21/09/2017 | 06:02 pm
Los pasillos del Instituto Preuniversitario Vocacional Vladimir I. Lenin fueron sus primeros escenarios, y bajo el mural de El Gallo, de Mariano Rodríguez, lo vi y lo escuché, guitarra en mano, mientras los demás coreábamos sus estribillos.
Vestía el uniforme azul y no llevaba pelo largo como ahora, pero desde entonces Mauricio Figueiral «engatusaba» con sus temas, muchos de los cuales hacía a dúo con Adrián Berazaín, cuando aún ninguno de los dos ocupaba un lugar en el panorama musical cubano.
«Como trovador, sales con una guitarra, cantas y automáticamente recibes una respuesta, y eso es lo que yo busco y necesito para seguir creando. El audiovisual es mucho más complicado, se necesita a mucha gente y también mucho tiempo para crear, producir, acabar. Ya he aprendido a trabajar con las dos, aunque prefiero definirme, más que como músico o realizador, como un comunicador con necesidades de tener respuestas inmediatas del público con respecto a lo que plantea».
Tuvimos la primera entrega discográfica, Mauricio Figueiral y todo lo contrario en el 2011, y el pasado sábado, en el Museo de Bellas Artes, el público disfrutó de manera oficial de su segundo álbum, Flores de tequila. «Es el disco que quise hacer, no el que pude hacer, con Marcos Alonso y José Manuel García a cargo de la producción. Las canciones son autobiográficas, más de lo que esperaba, y se me puede conocer muchísimo al escucharlas, y es un riesgo que estoy dispuesto a correr. Este disco es mi sueño hecho realidad hoy…»
Mauricio adelanta que el video del tema que titula el fonograma ya está listo, «y ahora buscamos un sofá para realizar otro clip de la canción que interpreto junto a Luna Manzanares, Si te cansaste de mí. No puede ser un sofá cualquiera… (sonríe). Tiene que ser uno con experiencia, que tenga muchas cosas que contar».
—Ha sido fructífera tu estancia en Venezuela, pero ahora también has tenido mucha suerte en Brasil…
—En Venezuela hago música, que es lo único que sé hacer y quiero hacer. He dirigido Como cosa tuya, un programa de televisión musical de proyectos alternativos del continente. Los artistas se filman, me envían esas imágenes o un clip, y lo mezclo con la televisión personal que hacemos en el programa, y preparamos una especie de comunidad audiovisual. Ojalá podamos importar un proyecto similar para el beneficio de todos los que podrían favorecerse de una comunidad autogestionada de audiovisuales para promocionarnos.
«Se me han abierto muchas puertas en ese país. En marzo regresaré allá para asumir otros proyectos. El próximo 29, en la Casa del Alba Cultural, estaré presentando, junto a cantautores brasileños, el disco Brasil canta a Martí, que fue grabado en Porto Alegre de Río Grande del Sur. Son 14 poemas del Apóstol musicalizados por ellos, y soy el único extranjero invitado. Será un regalo en verdad.
«En Brasil tuve, además, tremenda suerte con el cine. Me propusieron componer para la película Punto cero, y en la banda sonora está Si te cansaste de mí, incluido en Flores de tequila. La protagonista del filme es la cantante Ana Leonardi, con la que he compartido escenario algunas veces y quien vendrá a Cuba este año, porque esta obra estará en el Festival de Cine.
«También compuse el tema Tu cielo de rodillas, para un documental sobre el cine venezolano, dirigido por Juan Carlos Travieso. Es una canción intimista y me parece que fue muy acertada la elección para este audiovisual, que narra capítulos en la vida de algunos venezolanos».
—Hablemos de la parte burocrática de tu vida…
—Vicente Feliú fundó Canto de todos, una organización que aúna a cantautores de toda Iberoamérica. Se inició pasando casetes de un lado a otro, de un país a otro. Ahí funjo como un productor por Latinoamérica. Preparamos conciertos, libros, discos, para defender la música del continente y, sobre todo, de aquellos productos de música alternativa, autónoma, que no están firmados por compañía alguna.