Festival Nacional de rock Sonidos de la ciudad en Camagüey. Autor: Luz Joven Publicado: 21/09/2017 | 05:50 pm
CAMAGÜEY.— Parece que fue ayer, pero ya han pasado 11 años de que se fundara el festival nacional de rock Sonidos de la ciudad, un evento que continúa siendo necesario para los muchos amantes del género en la tierra de los tinajones.
A decir de Yunielkis Naranjo Guerra, presidente de la filial provincial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), que lo organiza, «resulta uno de los más completos del país: cuenta con espacios para el debate y la reflexión; muestras de videos de bandas cubanas y foráneas; le ofrece lugar a los tatuadores (Karppa Tatoo, creado por Dany Rodríguez Pérez, jefe de sección de Promoción) y, por supuesto, su plato fuerte son los conciertos».
Pero llama la atención que a pesar del tiempo de vida del festival, los fans muestran una visión reducida sobre las diferentes tendencias o estilos musicales que posee el género: pop rock, balada rock, hard rock, rock gótico... Muchos piensan que lo único que existe es el metal extremo. Así lo ve su creador, Salvador Torres Crespo, conductor además del Hard Rock Café, uno de los espacios más seguidos dentro de la muy diversa programación de la Casa del Joven Creador (CJC), sede de la AHS.
De ahí que el festival, insiste Salvador, no debe perder su principal intención: «Educar y formar una cultura roquera en los más jóvenes, a partir del conocimiento». De hecho, a los organizadores únicamente no les interesa que el público disfrute de los concurridos conciertos en el Complejo Cultural-Recreativo Casino y de las descargas en el Balcón de las Artes de la CJC, sino que también participe en el encuentro teórico que en esta ocasión versó sobre temas como: El rock cubano actual, perspectivas, fortalezas y debilidades; y Atención al movimiento de rock en Cuba. Papel de la Agencia Cubana del Rock (ACR). Sin dudas, asuntos medulares para mantener la salud del género en la Isla, considera Reydamara Chirino Pedroso, ponente principal de los talleres y quien por más de una década forma parte del comité organizador del Festival nacional de rock Ciudad metal, en Villa Clara.
La especialista enfatiza que existe un aprendizaje autodidacta del rock en Cuba, «situación que atenta contra la calidad profesional de nuestras bandas. Por eso es imprescindible que se revise cómo estas se desarrollan y bajo qué condiciones lo hacen. A las instituciones culturales les corresponde protegerlas, incluso hasta de que alguien margine a sus creadores. Eso es tan prioritario como su formación académica».
Lo más alarmante para la licenciada en Historia es que «solo la AHS se preocupa por el rock en Cuba, es decir, que las instituciones culturales por lo general no le prestan la atención que demanda este movimiento, cada vez más extendido en el país».
Entre los tópicos más polémicos que despuntaron en el debate estuvo la existencia de la ACR que, según Reydamara, surgió para organizar, potenciar, comercializar y desarrollar el rock en Cuba, pero que no lo ha logrado del todo. «Son muy pocas las bandas y proyectos que acceden a esta Agencia, por demás, agrupaciones solo de la capital».
Este punto motivó también la intervención de Orlando Rivera, organizador del evento Rockrevolución, del municipio de Contramaestre y único de su tipo en la provincia de Santiago de Cuba. «Es triste, pero proyectos de excelencia del resto del país no forman parte de la nómina de la Agencia».
A Yunielkis Naranjo Guerra le preocupa, sin embargo, el poco interés mostrado por buena parte de los participantes de otras provincias, principalmente de los ya profesionalizados, por un debate que estuvo todo el tiempo al rojo vivo. «Es como si no les interesara en lo absoluto el futuro del género, y que lo único que les importara en estos eventos es tocar y divertirse».
Este constituye uno de los problemas en los que habrá que trabajar de cara al mañana del Sonidos de la ciudad. Habrá que resolver igualmente lo relacionado con las ineficiencias del transporte, lo cual afectó el cumplimiento del programa, a veces por roturas o mal estado técnico de los ómnibus, pero la mayoría de las ocasiones por informalidades de los choferes.
Interrogado por las principales debilidades del Sonidos de la ciudad, Yunielkis señala la falta de comunicación que todavía existe entre los creadores del evento y las nuevas generaciones que, a pesar de sus escasas experiencias, quieren imponer sus criterios, sin tener en cuenta los orígenes y los objetivos para lo que fue creado.
De cualquier manera, la presidencia de la AHS de la filial camagüeyana junto a su ejecutivo consideran que «el evento debe repensarse, para lo cual deberá tomar en cuenta las opiniones y sugerencias de todos los cultivadores del género, especialmente de los asociados, de los creadores y de los fundadores del movimiento en el territorio, de modo que podamos fortalecerlo.
«Claro, igual habrá que escoger mejor las bandas invitadas. Pero ello exige también que creemos mejores condiciones para su estadía en Camagüey. Tal vez para la 12 edición ya tengamos nuestra Sala de Alojamiento dentro de la CJC, lo cual constituyó unos de los acuerdos de la Asamblea Provincial, al que se le debe dar cumplimiento para el 14 de diciembre de 2014, Día del Trabajador de la Cultura».
Una buena señal de que no todo está perdido y que aún hay muchas ganas de hacer fue la realización de un partido de fútbol entre las bandas de Camagüey y las invitadas (inédito en estos eventos), con música del género de fondo, gracias al apoyo del proyecto comunitario Viva el fútbol, que patrocina la ONG Suiza Camaquito.
El respaldo que el evento recibe por parte de la Dirección Provincial de Cultura y del Buró Provincial de la UJC, encabezado por su primer secretario Roberto Conde Silverio y Yuleidys Cardero Caballero, jefa del Departamento Ideológico, también habla mucho a favor de los deseos mantenidos de que Sonidos de la ciudad se afiance con más fuerza dentro del panorama cultural agramontino. Evidencia de que en Camagüey se sigue creyendo en los jóvenes de la AHS.