Diana Lio Busquet. Autor: Cortesía de la Editora Abril Publicado: 21/09/2017 | 05:41 pm
Después de casi un año de atraso en la impresión de cuatro de las seis revistas de la Casa Editora Abril por temas relacionados con la llegada de las materias primas y roturas del equipamiento poligráfico, desde el mes de septiembre de este año, a partir de un esfuerzo del país y de los trabajadores de la imprenta Federico Engels, se logró que las seis publicaciones estén al día: Zunzún, Pionero, Somos Jóvenes, Alma Mater, Juventud Técnica y El Caimán Barbudo.
Con esa precisión comenzó el diálogo que sostuvo Diana Lio Busquet, subdirectora editorial de la Casa Editora Abril, con Juventud Rebelde para actualizarnos del funcionamiento y estrategias del sello en cuanto a sus publicaciones.
—Existen más de un millón de revistas que aún no llegan a su destino, ¿en qué punto del camino se traba el proceso?
—El atraso en la impresión de las revistas conllevó a que cuando se imprimieran tantos números al mismo tiempo, la avalancha de ejemplares que recibió Correos de Cuba fuera considerable. La cantidad de números de las publicaciones que circularon al unísono representaron más de dos millones y medio de ejemplares a disposición de los lectores y en manos de Correos de Cuba.
«A esta acumulación en la red comercial de Correos en todo el país se le suma que, aunque el mecanismo de comercialización ha sido objeto de continuos análisis y se ha ido perfeccionando, el sistema de la red de estanquillos se ha deteriorado; hoy son pocos, están en mal estado y en muchos casos, no abren en horarios de fácil acceso para el público al que están dirigidas nuestras revistas. Por otra parte, nos afecta la ausencia de hábitos y de una cultura de compra de publicaciones en las oficinas postales de Correos, que solo se tienen en cuenta para trámites como adquirir sellos y se desconoce la posibilidad que nos dan, también, de acceder a las revistas.
«Además, hemos implementado la modalidad de la suscripción, para facilitar el proceso de comercialización y brindar una opción más cómoda al lector, el cual tendrá la posibilidad de recibir la publicación en su domicilio, pero eso todavía no es de conocimiento general».
—¿Qué iniciativas implementa la Editora para solucionar, o al menos aliviar, esta situación?
—Desde la Unión de Jóvenes Comunistas y en coordinación con las organizaciones estudiantiles y los territorios, hemos estado convocando a Correos de Cuba a comercializar las publicaciones en las actividades, en los centros estudiantiles y en festivales, de manera que ayudemos a acercar más las revistas a sus públicos. Nos hemos enfrascado también en una estrategia promocional para divulgar los lugares de presentación y venta, la posibilidad de suscripción, los contenidos de las revistas y para lograr que los lectores vuelvan a habituarse a coleccionar las publicaciones, rescatando esa tradición y opción de recreación sana.
—Una de las fundamentales razones de ser de las publicaciones de la editorial es que lleguen a los centros educativos en los diferentes niveles. Sin embargo, esto no ha estado pasando. ¿Qué hacer ante esta situación?
—Tenemos que lograr que los ministerios contraten los ejemplares destinados a las bibliotecas escolares, y que se puedan hacer coordinaciones para que Correos de Cuba venda en las escuelas y las universidades. No obstante, los padres pueden suscribirse para que sus hijos reciban las revistas en casa y las puedan coleccionar.
—Precisamente el proceso de suscripción es uno de los temas más complejos. Hace poco se anunció en JR que estaba abierta esta opción; sin embargo, algunos lectores manifestaron que cuando lo intentaron no pudieron hacerlo.
—Aunque la suscripción es un tema aprobado, y ya tenemos más de 2 000 suscriptores en todo el país, aún existe resistencia en algunos funcionarios de Correos de Cuba para realizarla. También hemos recibido comunicación de personas a las que se les negó en algunos lugares la posibilidad del servicio y esto se le ha informado a la máxima dirección de esa empresa para que se resuelva. Hay funcionarios de Correos que temen que las revistas puedan volver a atrasarse y los pongan en una situación difícil con quienes han realizado un pago anticipado por recibirlas en sus casas.
«Hemos explicado que se han tomado todas las medidas pertinentes, desde la editorial y la imprenta, para que las revistas se mantengan al día. A Correos le pedimos que explicara a los clientes, durante el proceso de contratación, que existe la posibilidad de que en determinado momento pueda ocurrir, por causas de fuerza mayor, ajenas a nuestra voluntad, un atraso en la salida de las publicaciones, y los suscriptores tienen la potestad de aceptar estas condiciones y suscribirse o no hacerlo. No obstante, los contenidos de las publicaciones de la Casa Editora Abril las hacen intemporales, divertidas y útiles en cualquier momento que se reciban, dignas de ser coleccionadas. Creo que la ventaja de la suscripción está en que usted puede recibir la revista sin dificultad, con periodicidad, cuando esta circula».
—¿Cómo funciona el mecanismo con la empresa de Correos?
—Las personas interesadas en suscribirse a las revistas de la Casa Editora Abril deben dirigirse a las áreas comerciales de las oficinas de Correos de Cuba y firmar un contrato, abonando el precio de las revistas y una tarifa módica por el servicio postal de hacérselas llegar a sus casas.
—En el caso de la literatura, ¿qué sucede?
—Nuestro trabajo editorial se realiza durante todo el año, pero la mayoría de los títulos se imprimen para que sean puestos en circulación durante la Feria del Libro en todo el país. Abril edita más de 50 títulos anuales, dirigidos a todas las edades, y nuestro perfil nos permite abordar todos los temas y géneros literarios.
«Los libros del sello Abril tienen tiradas de miles de ejemplares y llegan a todo el país por medio de la Distribuidora Nacional del Libro (DNL), que es la encargada de distribuirlos a través de los centros provinciales del libro (CPL). Ahora bien, el público desconoce que la literatura se mantiene a la venta en la red de librerías una vez concluida la Feria del Libro. Allí se pueden encontrar desde libros para niños y adolescentes hasta literatura para jóvenes y adultos. También existe la posibilidad de que instituciones y organismos hagan coordinaciones con la DNL y los CPL para que estos realicen ventas en sus instalaciones.
—Próximamente se celebrará el Festival Universitario del Libro y la Lectura, ¿de qué forma estará presente la Casa Editora Abril en esos espacios juveniles?
—El Festival del Libro y la Lectura se celebrará primero en todo el país y culminará en el Pabellón Cuba. Como es imposible que estemos de forma presencial en todos los lugares, estamos convocando a Correos de Cuba y a los CPL para que comercialicen nuestros productos en todos los espacios. De manera específica, los días 15 y 16 realizaremos presentaciones de las revistas Alma Mater y El Caimán Barbudo en el Pabellón Cuba.
—¿Cómo se insertará Abril en la venidera Feria del Libro?
—Todos los años participamos con más de 30 novedades editoriales. A la venidera llegaremos con propuestas para todas las edades. Nuestros libros podrán ser adquiridos en las librerías de las sedes de la Feria. Siempre reservamos un stand en el complejo Morro-Cabaña para que el público pueda acceder también a nuestras revistas y a literatura de años anteriores. Asimismo, tendremos una importante presencia en el programa profesional del evento con la puesta en circulación de nuestros libros.
—Las nuevas tecnologías han introducido formas diferentes de concebir y gestionar los contenidos, así como una nueva forma de interactuar con los públicos. ¿Cómo es el entorno digital de la editorial?
—Como somos una editorial para niños, adolescentes y jóvenes, no podemos estar ajenos al impacto de las nuevas tecnologías en nuestro público. Tenemos en la actualidad siete sitios web: uno de cada publicación y un sitio de la Casa Editora; a ellos se puede acceder también desde los Joven Club de Computación. Todos los sitios están en proceso de emigrar hacia la web 2.0 para lograr mayor interactividad. También estamos trabajando en la edición de libros digitales y otros productos a partir de nuestra literatura. Es posible que lleguemos a la Feria con algunas sorpresas y que podamos presentar libros y algunos juegos en estos formatos.
En la Feria del Libro
Los amantes del género policial podrán adquirir Isla en negro. Historias de crimen y enigma, de Rafael Grillo y Leopoldo Luis. En narrativa habrá nuevas ediciones de Oficio de Ángel, de Miguel Barnet, y El rojo en la pluma del loro, de Daniel Chavarría. Para los adolescentes y jóvenes, amantes de la literatura de corte fantástico, publicarán Villa Beatriz, de Marié Rojas. De los más gustados resultará Sexo. Delicia proscrita, de Mileyda Menéndez, así como la nueva edición del cancionero Cualquier flor de la trova tradicional, de Fidel Díaz Castro y Bladimir Zamora.
En crónicas estará la segunda entrega de Por esto! de Armando Hart y Eloísa Carreras; en entrevista Amigos que ya no están III, de Luis Báez, y el primer volumen de Con dos que se quieran, de Amaury Pérez.
Los más pequeños contarán con ¿Qué me cuentas, Chamaquili?, de Alexis Díaz Pimienta —ilustrado por Jorge Oliver— y Cuentos de Maisa, de Nersys Felipe —escritora a quien se dedica esta edición de la Feria. Asimismo, podrá adquirirse un estuche con diez libritos que incluye la monografía Cuba desde Ecured, elaborado por el colectivo de la revista Zunzún y editado con la colaboración de Ecured. Dedicado a Ecuador, cultura invitada de honor a la Feria, se presentará En la mitad del mundo, Ecuador, de Odalys Borrell, que recoge leyendas y datos sobre esta nación. No faltarán tampoco los libros troquelados, las pancartas y otras propuestas.