La lectora en blanco y amarillo (1919), Henri Matisse. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:37 pm
En Rumanía, hasta siete pinturas de Picasso, Monet y Matisse, entre otros pintores, valoradas en 18 millones de euros (23 millones 634 000 dólares), pudieron haber culminado quemadas en la chimenea del sujeto que robó las obras, según la confesión de Olga Dogaru, madre de uno de los imputados.
La madre de uno de los ladrones confesó que como la banda no pudo vender las obras a la mafia rusa y que por temor de que el delito fuera descubierto, enterró los siete cuadros en un cementerio y luego los trasladó a su casa para quemarlos en la chimenea, con la intención de proteger a su hijo, reporta Telesur.
El caso, registrado como uno de los mayores robos de arte en los Países Bajos en la última década, podría acabar en una gran pérdida si se confirma que la confesión de Dogaru es cierta.
La investigación está a cargo de la policía de Rumanía, país de origen de los acusados, en conjunto con expertos del Museo Nacional de Historia de ese país, para analizar las cenizas del horno casero usado para incendiar los cuadros. El resultado final se conocerá en algunos meses.
Las siete obras maestras fueron hurtadas del Museo de Arte Kunsthal de Rotterdam, en el oeste de los Países Bajos, en octubre de 2012.
Las siete obras son Cabeza de Arlequín (1971), de Picasso; La lectora en blanco y amarillo (1919), de Henri Matisse; El puente de Waterloo y El puente de Charing Cross, ambas de 1910, de Claude Monet; Mujer ante una ventana abierta, de Paul Gauguin (1888); Autorretrato (1889-1891), de Meyer de Haan, y Mujer con los ojos cerrados (2002), de Lucian Freud.