Vivir del cuento. Autor: LAZ Publicado: 21/09/2017 | 05:35 pm
Todos hemos oído: «Metió la cabeza en un hueco como el avestruz». Hay un error en la frase a causa de la ignorancia de los verdaderos hábitos del animal. Ante un peligro inminente y para evitar ser descubierta, esta corpulenta ave africana se tiende en la tierra y su cuello queda entonces a ras del suelo, pero nunca cava un hoyo para ocultar la cabeza.
El vocablo zafra tiene varias entradas léxicas; y en dos de ellas, más de una acepción. En la entrada que nos interesa, se lee: «Del árabe zalar (período en que amarillean y maduran las cosechas). Cosecha de la caña dulce, fabricación del azúcar de caña y, por extensión, del de remolacha. Tiempo que dura esta fabricación. Las definiciones consultadas solo se refieren a estos dos cultivos, aunque en Cuba se dice frecuentemente: zafra tabacalera, zafra de la toronja, etc.
La conocida frase «De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso» es atribuida por unos al político y diplomático galo Charles Maurice de Talleyrand; y los más la creen original de Napoleón I, emperador de los franceses, hijo de Carlos Bonaparte y de Leticia Ramolino, quien vivió desde 1769 hasta 1821.
Cuentan que este la dijo al Arzobispo de Malinas (el abate Domingo Dufour de Pradt) cuando este le refería la retirada de Rusia. El prelado, por los esfuerzos que había hecho el Gran Ejército, la había calificado de sublime.
A propósito, en su libro Historia de la embajada en el Gran Ducado de Varsovia, De Pradt revela que realizó su misión en la capital polaca disgustado con Napoleón I.
Recuerda: No es «cien por ciento», sino ciento por ciento.
La respuesta de hoy
Gambito, y no «gámbito», como piensa un lector, es en el juego de ajedrez el lance que consiste en sacrificar al principio de la partida algún peón o pieza, o ambos, para lograr una posición favorable.