En las descargas del autor de «A mí me gusta, compay» no falta la reflexión. Autor: Kaloian Santos Cabrera Publicado: 21/09/2017 | 04:55 pm
LA HABANA, agosto 3.— La música y compañía del trovador cubano Eduardo Sosa, es una de las interesantes propuestas que en este verano hace al público la Casa Cultural del Alba, de esta ciudad.
Programada para los viernes en la noche, la cita deviene ocasión especial para recorrer temas antológicos de la trova cubana de la mano de este compositor, siempre caracterizado por intimar con sus seguidores más allá de las estructuras formales de un concierto.
De manera muy singular, mientras Sosa actúa devela la historia escondida, la composición no escuchada, poniendo a prueba y refrendando a la vez lo que debe ser una verdadera peña cultural: un intercambio donde se dialoga desde y para el arte.
Las descargas del autor de «A mí me gusta, compay», también resultan atractivas por su invitación constante a compartir espacio con jóvenes cantautores, dando frescura y diversidad musical a un escenario de canciones donde no falta la reflexión.
Eduardo Sosa se mueve en diferentes registros, pero lo acompaña todo el tiempo la gracia de trovador santiaguero, heredero del legado de los grandes del género y merecido ganador de innumerables premios.
Pero es innegable que Sosa también se mueve con elegancia en el son, de una manera tan peculiar que al escuchar sus interpretaciones de temas clásicos de otros autores parece que se van desempolvando en el aire.
Para su reunión de hoy en la noche, en la Casa Cultural del Alba, tendrá como invitados al tresero villaclareño Maikel Elizalde y su grupo, quienes cumplen durante el verano una amplia jornada promocional en la capital.
Elizalde ingresó en el ambiente musical cubano como fundador del Trío Trovarroco, agrupación con la cual ha grabado varios discos, además de integrar la formación que desde hace unos años acompaña al cantautor Silvio Rodríguez.