Una mirada múltiple, obra de Thomas Ruff. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:20 pm
La Oncena Bienal de La Habana está casi a las puertas de la ciudad. Se acerca con paso firme y un marcado sentido expansivo del arte para abrir caminos, fortalecer vínculos y mostrar nuevas visiones.
Singular atención se prestará a las relaciones entre las prácticas artísticas, las producciones visuales y los imaginarios sociales. Por eso, la percepción de los espacios, la diversidad en la recepción del arte, así como el interés por potenciar procesos de creación más participativos, son algunas de las directrices del magno evento de las artes plásticas.
Igual línea asumen los proyectos colectivos que propone el certamen, los cuales apuestan por el regreso a los espacios de la ciudad e invitan a explorar los modelos de configuración de las urbanías.
El Pabellón Cuba, sede de la AHS, será el recinto expositivo para admirar Creaciones compartidas. En la muestra, que cuenta con la curaduría de José Manuel Noceda y Rewell Altunaga, artistas nacionales y foráneos hilvanan un diálogo para conducir a la interacción entre los espectadores y piezas que aluden a juegos, potenciar la participación y reforzar la idea de un público más activo.
Una amplísima nómina conforma Una mirada múltiple, con selecciones de la Colección CIFO.
La exposición contiene obras de artistas internacionales como Ai Weiwei (China), Olafur Eliasson (Dinamarca), Barbara Kruger (Estados Unidos) y María Fernanda Cardoso (Colombia), entre otros.
Un acercamiento a la realidad de las dinámicas cotidianas y a la presencia en las producciones artísticas de lecturas y apropiaciones de grandes obras del arte universal desde la mirada de pintores populares propone La caza del éxito.
La transformación de los espacios urbanos, los cambios en la arquitectura y el ambiente de nuestras ciudades son algunas de las ideas de la muestra, que cuenta con Nelson Herrera Ysla, como curador general.
Artistas provenientes de países como El Salvador, Guatemala y Honduras compartirán sus visiones; mientras que la parte cubana aporta uno de los principales atractivos de la muestra con la presentación de objetos y pinturas producidos por artesanos y artistas que exponen en los Almacenes San José y en ferias populares de La Habana.
Las conexiones entre el arte y las tecnologías de la información es otro de los temas que analiza la oncena edición de la Bienal mediante la exposición colectiva Open Score.
Según comentarios de los curadores Dannys Montes de Oca y Luis Gómez, el proyecto deviene oportunidad para examinar el desarrollo que han tenido en los últimos tiempos los sistemas informáticos y sus posibilidades desde el arte como modelos de comunicación y de creación de entornos visuales y de conocimientos.
Por otra parte, la intención de hacer de la ciudad una enorme galería se potencia con Detrás del Muro, un conjunto de instalaciones que serán expuestas a lo largo de un tramo del Malecón habanero —desde el Parque Maceo hasta La Punta.
Juan Delgado Calzadilla, curador de la expo que agrupa creaciones de una veintena de artistas, ha manifestado que las obras tienen un aliento muy utópico y que los principales criterios de selección fueron «el grado de audacia del proyecto —al nivel de la poesía— y su expresividad visual».
Dedicado a las prácticas artísticas contemporáneas en el dominio público, llega MAC/SAN, del Museo de Arte Contemporáneo de San Agustín, el cual será escenario del trabajo social en la comunidad, espacio de participación y medio de interacción con el público y con obras en el espacio físico del Museo.
MAC/SAN repasa el papel del arte en la planificación arquitectónica y el urbanismo, así como las vías mediante las cuales un proyecto artístico puede ser plataforma de experimentación para las culturas del mañana.
Lo inédito viable, proyecto pedagógico de la Universidad de las Artes, tiene también atractivas propuestas, las cuales privilegian «la pedagogía de formación de encuentros entre artistas, como origen de buena parte del mejor arte joven cubano de las últimas décadas», al tiempo que interroga y confronta la pluralidad de territorios de lo visual.
En el apartado de proyectos colectivos también se encuentra Cinema Remixed & Reloaded 2.0, que ofrece una mirada a artistas negras y el movimiento de la imagen desde 1970.
Andrea Barnwell Brownlee, directora del Museo de Bellas Artes de Spelman College, Atlanta, Estados Unidos, y Valerie Cassel Oliver, curadora principal del Museo de Arte Contemporáneo de Houston, también de la nación norteamericana, tienen a su cargo la curaduría.
Asimismo, los espectadores podrán ir al encuentro de La ética antes de la forma. Su curador, el italiano Raffaele Gavarro, ha manifestado que esta exposición será una vía de ser consecuentes con el compromiso de «cuestionar el significado y la forma que el arte contemporáneo tiene en nuestra interacción con la sociedad».
La Bienal de La Habana, una de las más esperadas citas de las artes visuales, busca trabajar con el espectador, involucrar de forma permanente al espectador y convertir los escenarios públicos de La Habana en experiencias para vivir la ciudad.