Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:03 pm
Una sala colmada de público acogió en el escenario del Teatro San Carlo, de la italiana ciudad de Nápoles, a Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba, para agasajarla por su próximo onomástico.
Con la remembranza del paso de la prima ballerina assoluta por este importante coliseo italiano fundado en 1737 se inició el encuentro, durante el cual dialogó con los jóvenes presentes.
Alicia Alonso atesora una historia de la cual brotan sólidas alianzas que la unen a este escenario. Esos recuerdos significativos se recogen en su actuación en 1953 con el American Ballet Theatre, y en el montaje de su versión de Giselle, en 1981, para el Ballet del Teatro San Carlo.
En la velada se encontraban presentes el Cuerpo Diplomático encabezado por Carina Soto, embajadora de Cuba en Roma, y otras personalidades como la diva italiana Carla Fracci y Giustino Di Celmo, padre del joven Fabio, en quien se inspira el ballet Elegía por un joven.
Durante la velada, un momento emotivo resultó la intervención de Carla Fracci, quien recordó cómo conoció a Alicia Alonso y destacó que «en la danza no podemos mentir porque es un fruto del trabajo cotidiano. Es algo muy personal lo que ella puede decir con un gesto, ella es la maestra, es el estilo. Yo me inclino ante su grandeza. Gracias Alicia».
Por su parte, la directora del BNC entregó una importante donación al Museo del Teatro San Carlo, la cual consiste en un par de zapatillas de punta perteneciente a su colección personal, fotos de sus interpretaciones de Giselle y El lago de los cisnes, libros y folletos relacionados con su vida y obra; e imágenes en video de memorables actuaciones.