En la obra de González Navarro, lo más importante no es ya el crimen, ni la solución del caso, ni la existencia de policías y delitos, sino el reflejo de las complejidades sociales de la actualidad. Autor: Julio Martínez Molina Publicado: 21/09/2017 | 04:54 pm
CIENFUEGOS.— Día de fieles, del periodista y escritor Francisco González Navarro, tiene el inédito mérito de situar, conjuntamente, a su radio de focalización —Cienfuegos— dentro del no muy dilatado pero conspicuo mapa del neopolicial cubano y en medio del vientre de la nueva novela negra latinoamericana.
Lo anterior, a través de un relato gozoso tanto por su grado de originalidad imaginativa, como por su capacidad para articular una «historia de crímenes» en las circunstancias del presente.
Defensa de una intríngulis barrial donde las tintas nunca llegan a ser medias, llueven las contradicciones, aflora el claroscuro y los ambientes adquieren sombrías coloraciones a causa de su crudeza: «la negra escritura sobre la negra página de la realidad», para decirlo con palabras de Sciaccia, entre los padres inspirativos seminales.
Empero, se trata de una obra que se emparenta menos con las de este y otros autores del género como Madrid, Fonseca, Westakle, Vasco, Chavarría —y sobre todo Padura y Lunar— en estilo, que en tonos, atmósferas y su decisión de machihembrarse a la circunstancia social generadora de la base fictiva.
Bien puede decirse que el texto se enlaza con una corriente regional del género donde lo más importante no es ya el crimen, ni la solución del caso, ni la existencia de policías y delitos, sino el reflejo de las complejidades sociales de la actualidad.
Día de fieles, se aviene bien, con la identificación emprendida por Leonardo Lunar y Rebeca Murga sobre segmentos de la nueva narrativa policial cubana actual, a saber: la desacralización del héroe; la introducción de personajes novedosos y raros en la realidad nacional; exploración a diversos niveles de un referente social inmediato; el uso de recursos lúdicos; el punto de vista del otro y la libertad creativa en cuanto rasgos básicos...
Es la de marras, una novela que se lee sin pausa, escrita con dominio del ritmo, dueña de una trama bien urdida, orlada de personajes de pliegues y repliegues, con capas múltiples de sentido en la narración y rico tejido intertextual.
Singularizable, sí, en razón del personal vocabulario expresivo de González Navarro, laudables porciones de su ironía congénita, raciones de humor y la constatación de las más santas devociones escriturales del autor: su ciudad, el periodismo, la coña y el sexo, en igual orden.
Día de fieles resulta una apuesta peculiar de la Editorial Mecenas —a presentarse a partir de este 24 de febrero cuando la Feria se traslada al Centro—, la cual no pasará inadvertida entre los lectores.