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Mi Verano en 23, un proyecto cultural-recreativo sustentado en la integración de todos los organismos de la capital comienza a partir de hoy, y se repetirá cada fin de semana de julio y agosto con el propósito de llevar el deporte y la cultura a la población de manera interactiva.
«No habrá participantes activos ni pasivos, todos serán constructores de un contexto basado en la diversión sana, en la interacción del público con figuras reconocidas del arte y el deporte. De esa dinámica podrán salir nuevos talentos, porque en Cuba tanto la cultura como el deporte son derechos del pueblo, y donde menos nos imaginamos hay una perla sin pulir que puede prometer y prestigiar los colores de nuestra bandera en esos campos», explicó a JR Reinaldo López Hernández, funcionario del la esfera ideológica del Comité Nacional de la UJC.
El dirigente destacó que el programa cuenta con el apoyo de las direcciones del INDER y Cultura en la capital y tiene el acompañamiento de las autoridades políticas y el Gobierno. Aseguró que habrá diversas propuestas, pero que el programa de la céntrica calle 23, se apoya en el principio de la racionalidad, sin que eso vaya en detrimento del buen gusto. Añadió que a partir de la diversidad de ofertas estarán presentes todos los géneros de la cultura y el deporte, y que también se rescatarán algunos juegos tradicionales, como la pañoleta, la carrera de sacos y tracción de la soga.
El programa tiene como referente las experiencias de la Noche de los libros en esa arteria tan importante del Vedado. Va a estar dotado de tres áreas infantiles y dos para el movimiento deportivo. Aprovechará la infraestructura de esta calle, en la cual están enclavados cinco cines, tres cafés literarios, la sede de Arte en la Rampa y en la que convergen muchas instalaciones gastronómicas. Eso permitirá que quienes asistan no solo disfruten de la cultura y el deporte, sino de todas las demás opciones concentradas en el área.
Las actividades, excepto las infantiles, serán en horario nocturno e interactuarán con el Plan Malecón, el cual propone cada sábado conciertos de música popular en la Tribuna Antiimperialista. La experiencia pudiera extenderse a diferentes momentos del año para aliviar las ansias recreativas de los jóvenes.
