De la serie Puro Che. A pesar de la tendencia comercializadora del arte y, en especial, de la fotografía durante la República, el santiaguero Joaquín Blez (1895-1976) logró expresar con un riquísimo lenguaje artístico un mundo de imágenes femeninas de gran belleza. Conocido como «el fotógrafo de las novias» y «el fotógrafo del mundo elegante», Blez supo rebasar los límites del gusto de la época; sus clásicos desnudos artísticos alcanzaron gran relevancia y constituyen valores de nuestro patrimonio artístico. Más de medio siglo después, sus imágenes llamaron la atención de un singular artista: Milton Bernal. Fotógrafo también, a Milton le place realizar sus originales obras a partir de la fotografía.
En el contexto de una pujante y variada creación plástica cubana, Milton logra una obra tipificada por el insólito empleo como técnica de la incrustación de hojas de tabaco sobre papel manufacturado. Al respecto, el propio artista ha expresado: «Las texturas que simulan tela, que cubren el cuerpo de la figura central son incrustaciones de hojas de tabaco, tratadas mediante procesos de conservación químicas para que no pierdan pigmentación ni plasticidad...».
Bernal ha comprobado que la hoja de tabaco resulta un material artístico noble y dúctil. Su labor tiene mucho de manualidad, artesanía y paciencia: el relevante artista, primero, baña la hoja en una solución química que la conserva y protege —ninguna de sus creaciones ha sufrido daño alguno con el paso del tiempo—; una vez seca, la coloca y aplana, y le da forma sobre el papel antes de pintar, lo cual confiere a sus obras un colorido especial y un viso de antigüedad. De esa manera, imita texturas, pliegues y rugosidades, formas o simplemente sombras. También aprovecha la nervadura del tabaco en la creación de sus imágenes.
En Intermedio las sombras y texturas dan relieve a la figura femenina. Los desnudos artísticos de Blez han constituido punto de partida para muchas de sus obras; pero también constituyen fuente de inspiración las cajas de tabaco y marquillas, en las cuales la figura de la mujer era una constante. Su estudio le ha llevado a proponerse rescatar ese arte con un sentido de modernidad y originalidad, solo que en vez de llevar el desnudo al tabaco, decidió llevar el tabaco al desnudo.
«Combino las hojas de tabaco para imitar ondulaciones, pliegues o motivos..., las incrusto sobre el papel hecho a mano y todo lo someto a un proceso de cilindro para que papel y tabaco sean la misma cosa. Después preparo ese papel manufacturado con tabaco incrustado como si fuera un lienzo normal, y pinto al óleo sobre él».
La hoja del tabaco dibuja la tela y el tocado femenino en Quimera. El desnudo femenino, la mitología afrocubana y el retrato constituyen sus principales motivos de inspiración. Por ello, además de sus muchos desnudos, este notable pintor tiene un Baño de Oshún, cuyo personaje central es una hermosísima negra, y retratos de Fidel —a partir de una foto tomada por el Che—, Camilo Cienfuegos, Celia Sánchez, Compay Segundo, Chucho Valdés, Lolita y Amaya —conocidas cantantes españolas— o Alejandro Robaina —el famoso cultivador de tabaco. Además, ha creado toda una colección de imágenes de Ernesto Guevara, titulada Puro Che, a partir de fotografías de Liborio Noval y de la célebre imagen de Korda. En esta serie resalta la infinitud de gestos que ambos artistas, el fotógrafo y el pintor, han sabido atrapar.
La extraordinaria belleza de la obra plástica de Milton Bernal mucho debe a la calidad de la fotografía que le sirve de modelo; pero colorido y forma están marcados por el singular empleo de la hoja de tabaco, que le confiere una especial cubanía.