Gran agitación se vive por estos días en la sede nacional de la Brigada José Martí. Lisset Ametller, de pie, dirige el trabajo. Foto: Aracelys Bedevia Luego de un intenso verano en el que no faltaron espacios para el baile, la música, el teatro y la pintura, los miembros de la Brigada de Instructores de Arte José Martí están nuevamente en las aulas.
Con la inauguración de este curso escolar otra etapa comienza para esta tropa de maestros y artistas. Además de enseñar, ellos tendrán la oportunidad de fortalecer su estructura, pues se prevé el inicio del proceso eleccionario de la Brigada y el recibimiento hoy en los consejos populares de un nuevo grupo de instructores
«Si bien tuvimos una primera experiencia en la que elegimos en el 2005 a nuestros dirigentes, ahora vamos a convocar elecciones desde la base con un enfoque más integral. Este proceso tendrá lugar de septiembre a enero, en todos los niveles, con la intención de ampliar la estructura de la Brigada y fomentar espacios de debate sobre la labor del instructor y la calidad de su trabajo», aseguró Lisset Ametller, presidenta nacional de la Brigada de Instructores de Arte José Martí.
«Hemos impartido un seminario en todas las provincias, de manera que los brigadistas puedan elegir a sus dirigentes y enfrentar las elecciones con la seriedad y profundidad que exigen.
«Será este el momento de fortalecer el liderazgo en los consejos populares y reflexionar sobre la responsabilidad que tenemos en el desarrollo cultural y la apreciación artística, no solo en la escuela sino también en la comunidad», expresó la dirigente juvenil.
La presidenta de la Brigada ratificó la disposición de los instructores de arte de continuar llevando a cada rincón de la Isla lo mejor de nuestra cultura.
«Queremos seguir el ejemplo de Olga Alonso, una de las figuras emblemáticas del movimiento y que representa a la primera generación de las escuelas de instructores. Para acercarnos a su vida vamos a estar presentando este mes su libro Testimonios. El día 17 realizaremos la presentación en la capital y después en el resto del país, contando siempre con la compañía de su madre.
«El libro incluye testimonios, poemas, cartas y pasajes de la vida de Olguita que han quedado para la historia del movimiento. Su presentación servirá de antesala a la entrega por segunda ocasión del Reconocimiento Especial, que es la mayor distinción que otorga la Brigada a sus mejores miembros».
Festival a la vistaUno de los principales anhelos de los instructores de arte es contar con un espacio que les permita mostrar su obra como creadores, además de lo que hacen con niños, adolescentes, jóvenes y adultos.
«Tener nuestro propio festival es un sueño muy grande que haremos realidad. Desde mediados del curso pasado hemos venido realizando los festivales a nivel de base, de municipio y provincia, y ahora, con la motivación especial del Día de la Cultura cubana, en octubre próximo, tendremos el primer festival nacional artístico de la Brigada.
«Pretendemos que sea un espacio de encuentro e intercambio de experiencias, en el que nuestros brigadistas puedan subir al escenario y actuar, dirigir o participar como intérpretes, compositores o arreglistas en el caso de la música, o como bailarín y coreógrafo en el de la danza. Otro momento significativo para nosotros será el III taller de experiencias, en abril, al que llevaremos los resultados del trabajo que hacemos en las escuelas.
«Somos un colectivo que se fortalece todos los días y que este año tendrá sus primeros licenciados en Educación e Instructor de Arte, como parte del camino que vamos abriendo en el empeño de ser el ejército de la cultura que quiere Fidel. El verano demostró que podemos mantener las actividades todo el año y contribuir como movimiento a la recreación desde una perspectiva sana y útil», concluyó Lisset.