—La primera es conocer sus impresiones sobre su nominación a los premios Grammy en la categoría de mejor álbum de cantautor. ¿Cómo recibió la noticia? ¿Considera que esto supone de alguna manera un reconocimiento a su carrera?
—Recibí la noticia en República Dominicana, esperando un ciclón, y pudiera decir que me sentí como Compay Segundo cuando fue «descubierto» por Ry Cooder. Pero la verdadera historia consiste en que Érase que se era fue disco de oro en la Argentina y a principios de año nos pidieron permiso para nominarlo. No quisimos negarnos a la ilusión de esos amigos y respondimos que hicieran lo que desearan. Yo había olvidado esto por completo y es que nunca he trabajado para premios. Sin embargo, la mayoría de mis compañeros lo ha tomado muy positivamente. Entre muchas felicitaciones, solo una persona me escribió como dándome el pésame. Por mi parte prefiero asumirlo con optimismo, como casi todos. Hace solo unos meses me negaron la visa para cantar en los Estados Unidos. La nominación deja claro que el Grammy Latino no me ha discriminado y creo que hay que saber ser agradecido.
—La segunda es preguntarle sobre su actividad en estos momentos. Recuerdo que cuando conversamos, Silvio estaba trabajando en la banda sonora de una película de animación y en un proyecto para homenajear a Noel Nicola, no sé cómo están esos proyectos y si ya está metido en algún nuevo proyecto.
—Noel es un referente de la canción cubana contemporánea y creo que 37 Canciones de Noel Nicola se ha elaborado con mucha conciencia de esa responsabilidad. Lo vamos a presentar el 17 de septiembre próximo en Casa de las Américas. En octubre lo presentaremos en Madrid, ya que es en colaboración con la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores).
«Respecto a Meñique, todavía me queda mucho trabajo por hacer. Ahora mismo estoy un poco aislado, dedicándome a eso. Un largometraje de animación lleva mucha música y en este caso también unas cuantas canciones.
«Junto al trabajo de la película estoy componiendo otras canciones para un próximo disco de temas nuevos, que ya sé que se va a llamar Segunda Cita, como referencia a la inicial Cita con Ángeles. Incluso ya escribí la canción con ese título, aunque no sé cuándo tendré tiempo de grabarlo».
—En la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Silvio planteó la posibilidad de que representantes del mundo de la cultura cubana pudieran ingresar en las prisiones como una forma de contribuir a la rehabilitación de los presos. Quería preguntar cómo está ese proyecto. Desde algunos sectores se criticó esa propuesta en el sentido de que más que cultura los presos necesitan mejores condiciones de vida, no sé si está al tanto de esa crítica y si tiene alguna opinión al respecto.
—Propuse eso en la Asamblea porque por mi propia experiencia sabía que se venía haciendo, pero me parecía que había que sistematizarlo. En Cuba hay asociaciones de familiares que trabajan coordinadamente con las prisiones en la asistencia cultural y moral de los reclusos. Me parece básico que la sociedad atienda debidamente a los ciudadanos que han cometido errores y los están pagando.
«En una reunión que tuvimos luego de terminada la Asamblea, supe que otros organismos vienen haciendo un magnífico trabajo en ese sentido. Un compañero del INDER se apareció con una documentación tan exuberante que me dieron ganas de pedir excusas y retirar mi propuesta. Pero seguí creyendo que la cultura podía hacer más y por eso insistí. Terminamos con el compromiso de orientar a las provincias el trabajo cultural en las prisiones. Yo voy a empezar otra gira por las cárceles en la última semana de septiembre y la continuaré supongo que a fines de diciembre, cuando regrese de varios compromisos.
«Me llegaron algunas críticas opositoras y me pareció sorprendente su coordinada afirmación de que los presos no necesitan de la cultura. Esta tesis es lamentable, porque quienes pierden la fe en el valor de la cultura difícilmente pueden representar algo digno de tomarse en cuenta».
—Finalmente, quería preguntarle cómo acabó toda la controversia legal en Chile y si, como era su intención, hay algún proyecto para regresar a ese país.
—El 29 de este mes (agosto) hace solo unos días, los abogados querellantes retiraron su acusación. Yo había manifestado y reiterado mi disposición de ir a cantar gratis, siempre que alguna institución se hiciera cargo de la infraestructura necesaria para el concierto. Como supongo que Ud. sabe, porque se hizo público, comencé por expresarle este deseo a la presidenta Bachelet, cuando llegué a Chile en aquella ocasión, antes del conflicto de Talca. En resumen, si yo deseo cantar y los abogados quieren que cante, no veo que tenga que haber conflicto alguno.
«Por eso se puede decir que esta controversia terminó como debieran terminar todas: a través del respeto, el diálogo y la razón.
«Es probable que vuelva a Chile a fines de noviembre, para participar en un concierto de homenaje por el aniversario 90 de Violeta Parra. Por esos mismos días va a haber otro homenaje, en Santiago y en Valparaíso, en este caso a mi viejo amigo Leo Brouwer, en el que me gustaría estar presente como público». (Tomado de La Jiribilla)
*Las respuestas al cuestionario original de EFE están fechadas el 3 de septiembre de 2007.