Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Una cura para el alma

El altruismo no entiende de edades ni de empeños. Lo saben los pioneros cubanos y la juventud toda que, por estos días, no escatiman voluntades para compartir un poco de esperanza con aquellos que más la necesitan 

Autor:

Laura Fuentes Medina

 Dicen que no existe sinceridad más pura que aquella que portan las niñas y niños. Y es cierto. Eso se ha podido comprobar en estas jornadas con el sentir de los pioneros cubano tras el paso del huracán Melissa.

En la escuela primaria Rafael María de Mendive, del municipio capitalino de La Habana Vieja, por ejemplo, junto al «Buzón de la Solidaridad», los niños han aportado dibujos, cartas y donativos para sus semejantes del oriente cubano cuyas casas, escuelas y lugares favoritos fueron azotados sin piedad por los vientos devastadores de Melissa.

Diego, uno de los pioneros de 1er. grado, carga junto a su pecho un bolso lleno de juguetes. «Hay niños que no tienen nada, y se los quiero regalar». A su lado, Jean Luis, de 4to. grado colorea un dibujo. «El huracán destruyó las casas de muchas personas, espero que mi dibujo los anime», dice.

No los conocen, tampoco saben dónde viven y apenas comprenden la magnitud de los acontecimientos que han fustigado la vida de otros infantes como ellos y, sin embargo, la empatía los mueve, los motiva a actuar, así como hacen hoy miles de cubanos dentro y fuera de esta Isla.

Mientras los buzones de las escuelas se llenan de mensajes de aliento, la juventud en pleno, también se moviliza para hacer llegar, con la bondad de un gesto, donaciones sinceras hasta los lugares más recónditos y afectados. No se trata de dar aquello que sobra, no; es momento de compartir lo que tenemos y hermanarnos.

Lo han entendido a la perfección en horas tan complejas las nuevas generaciones de cubanos, quienes no han dudado en hacer su aporte. Este miércoles, mientras un camión pasaba por centros de trabajo, escuelas o emprendimientos en la capital, la esperanza se llenaba con nuevos sueños.

Son donaciones que irán directamente hasta los sitios más necesitados en el oriente, hacia aquellas personas que lo perdieron todo, o casi todo. Este es solo el comienzo de un propósito mayor, altruista, que fue convocado desde el primer instante por la Unión de Jóvenes Comunistas.

La respuesta ha sido contundente. Es la juventud en movimiento, poniendo actitud y demostrando que la solidaridad es un verbo que se conjuga con hechos. Con esta entrega silenciosa, pero constante, las nuevas generaciones de cubanos muestran, una vez más, que con ellos siempre se podrá contar.

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