Aquel 15 de mayo, la salida del presidio abrió una nueva oportunidad para reorganizar las fuerzas Autor: Archivo de JR Publicado: 14/05/2025 | 11:30 pm
El 15 de mayo de 1955, hace hoy 70 años, la excarcelación de Fidel y demás moncadistas del Presidio Modelo, marcó una etapa clave en la lucha revolucionaria cubana.
El indulto de estos jóvenes no fue un acto de casualidad ni un gesto de «gentileza» del tirano Fulgencio Batista en época de elecciones. Fue el resultado del impulso de un movimiento que se fortaleció en todo el país.
La acción popular fue liderada por Juan Almeida (padre) y Sergio Montané. Juntos crearon el Comité Pro Amnistía en territorio pinero y, con una agenda incansable de demandas de libertad para los jóvenes, ejercieron presión sobre el Gobierno hasta lograr la firma del tirano.
En aquel entonces, el pueblo de esta ínsula, aunque no muy numeroso y marcado por los horrores del Presidio Modelo, despertó de su letargo. Unió sus voces a las de los familiares y amigos de aquellos que, inspirados por las ideas del Apóstol, nunca dudaron en luchar por la total independencia de la Patria.
Ya lo había dicho el propio Fidel en una carta a la revista Bohemia, desde el Presidio Modelo, fechada el 19 de marzo, en la que se puso de manifiesto su valiente posición de principios y señaló, entre otras consideraciones: «no queremos amnistía al precio de la deshonra (...), mil años de cárcel, antes que la humillación (...), lo proclamamos serenamente sin temor ni odio».
Lograr la liberación de los asaltantes a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes por la presión popular, demostró una convicción inquebrantable y un profundo ideal de justicia social, valores que distinguen a los revolucionarios.
Durante su encarcelamiento, Fidel logró convertir la prisión en fecundo encierro de preparación y tribuna política mediante su alegato La historia me absolverá, documento rescrito tras las rejas y que trazó los principios rectores de la Revolución Cubana.
Al abandonar el reclusorio, estos jóvenes reafirmaron su compromiso con la verdadera libertad de Cuba, hecho que confirma la historia de resistencia de los cubanos, que no inició con el asalto al cuartel Moncada ni terminó con el triunfo revolucionario, se mantiene en la actualidad contra otras adversidades imperiales en el orden político y económico.
Hoy, 70 años después, al evocar esta fecha, recordamos que para los moncadistas la libertad significó también asumir una gran responsabilidad con el futuro de la Patria; al abrir las celdas, también lo hicieron las puertas hacia un futuro soberano y justo.
Aquel 15 de mayo, la salida del presidio abrió una nueva oportunidad para reorganizar las fuerzas, fortalecer la resistencia y preparar el camino hacia la siguiente etapa: el exilio estratégico y el posterior regreso con el histórico desembarco del Granma.
Cada aniversario de este hito recuerda que la libertad no es únicamente un derecho, sino también un deber que exige lucha, sacrificio y visión colectiva , y continúa siendo un símbolo del compromiso y la continuidad.