En la casa de altos estudios de Ciencias Médicas agramontina se pidió paz para el pueblo palestino y respeto para quienes protestan ante el genocidio de Gaza. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 02/05/2024 | 11:14 pm
La indiferencia nunca podrá formar parte del accionar revolucionario, ni de las ideas que nos mueven como país. El reclamo por lo justo es algo que no varía y se multiplica hoy en cada universidad cubana que demanda en alto el cese del genocidio israelí contra el pueblo de Palestina y el fin de la represión policial en universidades de Estados Unidos.
Luego de la declaración oficial de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) que repudia ambos sucesos, cientos de jóvenes cubanos han alzado desde este jueves sus voces en apoyo a la justicia.
«Los universitarios nos hemos concentrado para realizar movilizaciones, en primer lugar, de defensa de la causa palestina, la cual nos ha estado moviendo durante mucho tiempo. Y por otro lado está la solidaridad con el estudiantado universitario de Estados Unidos», precisó el presidente nacional de la FEU, Ricardo Rodríguez González.
La lucha del pueblo palestino es hoy, irrenunciablemente, la de los estudiantes revolucionarios en el mundo, comentó. Por eso estamos movilizados desde este 2 de mayo y hasta el día 9 en las universidades cubanas, explicó.
Es importante reafirmar, dijo, que la FEU no está llamando a actos de formalismos, sino a movilizaciones espontáneas, donde la conciencia de lucha prime. La organización estudiantil desde su fundación ha asumido la rebeldía y la defensa de la justicia como motivación fundamental, agregó.
Un ejemplo contundente de solidaridad con los dos sucesos acaeció este jueves en la capitalina Facultad de Ciencias Técnicas de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. Allí un grupo de jóvenes hicieron un alto en sus faenas docentes y, de manera breve, pero enérgica, manifestaron su apoyo y rindieron un minuto de silencio a las víctimas del genocidio en Palestina.
Fue la estudiante de cuarto año en Educación en Economía, Thailee Sánchez Cárdenas la encargada de hablar en nombre de los estudiantes de esa institución habanera, quien expresó su solidaridad hacia los maestros y estudiantes que resisten la barbarie y defienden el derecho a la vida.
«La injusticia no quedará impune», expresó luego Thailee, y recordó que los recientes acontecimientos en Estados Unidos nos llevan a ese triste pasado que vivió Cuba antes de enero de 1959, cuando los gobiernos dictatoriales militarizaban la siempre revolucionaria Universidad de La Habana.«A ese pasado no regresaremos jamás», aseguró.
Algo similar a lo sucedido en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, se estuvo realizando en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI), donde varios de sus estudiantes de primer año condenaron esas expresiones que violentan el derecho internacional y la soberanía territorial de Palestina.
Al decir del presidente de la FEU del ISRI, Juan Pablo Bencomo Herrera, ahora se trata también de empatía y solidaridad hacia los estudiantes de la universidad estadounidense de Columbia, quienes fueron detenidos por el único «delito» de manifestarse en favor de la causa palestina, de estar contra del veto de Estados Unidos a la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que podía otorgarle a Palestina el estatus de Estado de pleno derecho en Naciones Unidas, y por el apoyo que Estados Unidos brinda como su mano derecha a Israel.
«La represión contra los estudiantes estadounidenses es otra injusticia y otra violación a los derechos humanos», reflexionó, junto a sus compañeros, Carlos Alberto Hernández Dupuy, presidente de la FEU de la Universidad de Ciencias Médicas de Camagüey Carlos Juan Finlay.
Durante el acto de reafirmación de estudiantes, a la que se sumaron masiva y espontáneamente profesores y trabajadores de la prestigiosa institución académica agramontina, Hernández Dupuy subrayó que: «Aún está cercano el ejemplo de la generación estadounidense que se opuso a la guerra en Vietnam. Esa realidad vuelve a la conciencia de su juventud actual y el imperio le teme por ser motor de profundas ideas para la transformación social».
Ratificó, el también alumno del tercer año de Licenciatura en Rehabilitación: «Hay un límite para tanta injusticia acumulada y el mundo, desde el corazón del imperio, con sus estudiantes, ha dicho basta».
Cientos de niños y niñas, mujeres y ancianos mueren todos los días en Palestina, y esa realidad no puede ser ignorada. Cuba siempre será un bastión unido contra semejante injusticia, y nosotros, los cubanos y cubanas, lo denunciamos, porque así nos enseñó nuestro líder indiscutible, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, afirmó la doctora Yadiana Estrada Mirabal, profesora de Estomatología de este centro de enseñanza.
También desde las universidades de Ciencias Médicas de Bayamo y Manzanillo se escuchó un fuerte reclamo. En la facultad Celia Sánchez Manduley, de Manzanillo, Rainol Sánchez Ramírez, presidente de la FEU en ese centro docente, reiteró que los estudiantes cubanos no pueden permanecer indiferentes ante la brutalidad policial desatada contra sus homólogos en Estados Unidos, «que ejercen su legítimo derecho a la libertad de expresión».
Por su parte, el doctor Rafael Gutiérrez Núñez, decano de la facultad manzanillera, dijo que la comunidad académica de esa institución condena en los términos más enérgicos los crímenes cometidos por Israel contra el pueblo palestino. «Reclamamos a ese Gobierno, señaló, que ponga fin a su deleznable práctica y respete la carta de Naciones Unidas».
Durante estos encuentros estudiantiles trascendió, además, la unánime posición de los universitarios cubanos de continuar con mítines en los diferentes escenarios universitarios de Cuba, y multiplicarlos hacia otros niveles de enseñanza.
Los alumnos de la Universidad de las Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona alzaron su voz en solidaridad con los estudiantes estadounidenses. Foto: Abel Rojas Barallobre.
En el ISRI estudiantes y profesores condenaron todo tipo de violencia. Foto: Cortesía de Juan Pablo Bencomo.