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Más que una profesión

Desde su niñez, Jorge Vilá Tamarit estuvo imbuido en el espíritu de la geografía, una pasión que heredó de su abuelo aventurero y que lo llevó a estudiar una especialidad que ahora la enseña a las nuevas generaciones. De ese y otros desafíos conversó con nuestro diario

 

Autor:

Félix A. Correa Álvarez

El papel de la geografía en Cuba ha experimentado un notable impulso gracias al arduo trabajo y dedicación de una generación emergente de geógrafos, entre los cuales destaca Jorge Vilá Tamarit, profesor Asistente en la Facultad de Geografía de la Universidad de La Habana. Su destacada trayectoria tanto en la academia como en la Sociedad Cubana de Geografía, evidencia su profunda pasión por esta disciplina y su firme compromiso con su crecimiento y difusión en la isla.

Vilá Tamarit, quien además forma parte de la junta directiva nacional de la Sociedad, considera este rol como un honor y una alta responsabilidad. En sus propias palabras, «para mí, en primer lugar, es un privilegio que hayan pensado en alguien que está dando sus primeros pasos en la vida profesional para ocupar este cargo. Es un compromiso significativo que tengo con todos los geógrafos cubanos, a quienes la Sociedad acoge y representa».

Destaca la importancia de trabajar en equipo con profesionales excelentes, jóvenes y de mayor experiencia, todos unidos por un mismo propósito: impulsar y fortalecer la voz de la geografía en el ámbito nacional. «Todos tenemos la voluntad de aglutinar, de sumar, de crear espacios para los geógrafos cubanos», señala.

Su compromiso con esta ciencia se remonta a sus años de formación en la Facultad de Geografía, donde tuvo el privilegio de ser inspirado por destacados profesionales como el insigne geógrafo cubano José M. Mateo Rodríguez y Arturo Rúa de Cabo, Profesor Emérito de la Universidad de La Habana. Siendo aún estudiante, Vilá Tamarit fue parte activa de la Sociedad, gracias a la apertura y el apoyo brindado por sus mentores.

Esta experiencia sembró en él la semilla del compromiso y la participación activa en la promoción y difusión de la geografía en Cuba. «Yo soy miembro de la Sociedad desde que era estudiante, y el profesor José Mateo desde ese entonces nos dio la posibilidad de
estar presentes en todas las actividades, incluso en las reuniones de la junta directiva donde también teníamos voz y éramos muy escuchados», añade el también Máster en Ciencias.

«Uno de los mayores logros recientemente es la creación de un grupo en WhatsApp, donde se han acortado las distancias, se han ido incorporando geógrafos de todas las provincias del país, y ha servido de plataforma para el intercambio de conocimientos y la socialización de buenas prácticas».

Además, se ha trabajado en fortalecer la presencia de la geografía cubana en los medios de comunicación nacionales, destacando su relevancia en la toma de decisiones y en la gestión de Gobierno basada en ciencia e innovación.«Es importante que las personas conozcan qué es la Geografía, cuáles son los problemas cotidianos que desde esta ciencia se les puede dar solución», subraya.

Retos de futuro

Mirando hacia el futuro, Vilá Tamarit señala que se han propuesto avanzar en la estrategia de comunicación de la Sociedad. «Debemos continuar divulgando el quehacer de los geógrafos cubanos desde las distintas esferas donde laboran, consolidar la presencia en las redes sociales, para de esta forma tener mayor visibilidad», explica.

También planean incrementar el número de Geodebates, utilizando tanto formatos presenciales como virtuales, para fomentar el debate y la reflexión en torno a temas geográficos de relevancia nacional.

La Sociedad Cubana de Geografía, según la perspectiva de este joven, se enfrenta a la tarea crucial de hacer más visible y defender el trabajo de los geógrafos en el país. «Queremos mostrar a las personas lo que hacemos y cambiar esa percepción simplista que se limita a preguntarnos las capitales de un país o el nombre del río más largo», afirma.

Una de las principales fortalezas de esta ciencia radica en la Escuela Cubana de Geografía, con instituciones como la Facultad de Geografía de la Universidad de La Habana y el Instituto de Geografía Tropical como sus pilares. Sin embargo, Vilá Tamarit reconoce la necesidad de hacer más visible el trabajo de los geógrafos en los medios de comunicación y en la sociedad en general.

Jorge (en el centro) reconoce la necesidad de hacer más visible el trabajo de los geógrafos en la sociedad. Foto: Cortesía del entrevistado.

«A menudo, los personajes de series, telenovelas o incluso quienes dan el parte del tiempo en los medios de comunicación no son reconocidos como geógrafos, a pesar de que estos profesionales están insertos en todas las esferas de la sociedad», lamenta.

Para abordar estos desafíos, subraya la importancia de fortalecer el reconocimiento de la Escuela Cubana de Geografía tanto a nivel nacional como internacional. Esto implica trabajar en la formación vocacional, inspirando a niños y jóvenes a interesarse por la carrera, así como fortalecer el apoyo a los geógrafos más jóvenes para que se conviertan en defensores apasionados de la disciplina. Además, propone fomentar los intercambios con especialistas de otras naciones para enriquecer el conocimiento y las experiencias.

El niño que soñaba

Desde su niñez, Jorge Vilá Tamarit estuvo imbuido en el espíritu de la geografía, una pasión que heredó de su abuelo aventurero y que cultivó durante sus viajes por toda Cuba junto a sus padres. Esta conexión innata con la disciplina y los consejos de una profesora universitaria lo inspiraron a seguir el camino de la geografía.

«Desde que entré a la facultad, me enamoré de la geografía y hasta este momento sigo con las mismas ilusiones y deseos de cuando subí la escalinata en septiembre de 2012», comparte.

Su decisión de estudiar la carrera fue una elección acertada que lo ha llevado a realizar investigaciones de vital importancia para Cuba, compartir conocimientos con profesionales de todo el mundo, impartir docencia y explorar cada rincón del país.

«Si pudiera hablarle a los que hoy llenan sus boletas en los preuniversitarios, les diría que pidan la carrera si desean que su vida sea una constante aventura», afirma. «Ser geógrafo no es solo una profesión, es una forma de ver el mundo desde otra óptica».

Como profesor, Vilá Tamarit se enorgullece de formar nuevas generaciones de geógrafos. Imparte la asignatura Fundamentos Geográficos del Medio Ambiente y participa activamente en las prácticas de campo, compartiendo su pasión y conocimiento con sus estudiantes. Sin embargo, reconoce que enseñar en la universidad cubana contemporánea presenta desafíos, especialmente en un entorno marcado por las dinámicas de la vida cotidiana y las nuevas formas de aprendizaje de los estudiantes.

«Nos toca renovar, cambiar y actualizar las dinámicas de la Escuela Cubana de Geografía sin perder su esencia», reflexiona Vilá Tamarit sobre los retos que enfrenta como joven profesor. Su objetivo es motivar a los estudiantes a permanecer en la facultad como docentes e investigadores, y a adaptarse a las nuevas dinámicas del mundo de la investigación geográfica.

En última instancia, él representa el compromiso y la dedicación necesarios para impulsar el desarrollo de la geografía cubana. Su pasión por la disciplina y su trabajo en la facultad son un testimonio del papel vital que desempeñan los jóvenes profesionales en la formación de futuras generaciones de geógrafos y en la promoción de esta imprescindible ciencia en Cuba y más allá. 

 

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