Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ciencia para ser mejores humanos (+ Fotos)

El IPVCE Mártires de Humboldt 7 es una institución educativa más, de las miles que tiene Cuba, pero para los jóvenes formados allí, es una casa

Autor:

Adianez Fernández Izquierdo

Sus pasillos y aulas guardan historias de más de cuarenta años, albergadas allí y en la memoria de quienes forman parte de esa gran familia. Sí, el IPVCE Mártires de Humboldt 7 aparece en el mapa como una institución educativa más, de las miles que tiene Cuba, pero para los jóvenes formados allí, y para sus trabajadores, es esta la casa de los mil recuerdos, a la que hay que volver siempre aunque sea desde la memoria.

Este preuniversitario se prestigia de haber formado a muchos de los profesionales que hoy sostienen a Cuba desde diversos frentes, no solo desde las ciencias o las letras, sino también desde los hogares, porque de eso se trata la formación allí, según asegura Luis Casas Fernández, uno de sus más experimentados profesores. «En Humboldt 7 queremos formar buenas personas, que sepan discernir siempre entre lo correcto y lo incorrecto. De aquí salen más estudiosos, más disciplinados, y donde quiera que van después destacan por eso. Es nuestro mayor orgullo».

Luis Casas Fernández, quien ha preparado estudiantes para pruebas de ingreso de Historia de Cuba por más de 20 años, prestigia con su savia un colectivo en el que también despuntan nuevos profesores, como el de Matemática, Royman Lorenzo Llanes, quien ha asumido la tarea de mantener vivas las tradiciones del centro, entre las que destacan las fiestas de disfraces, las caminatas hasta el Pozo del Lombillo y San Pedro, las paradas de aula y de albergue y la histórica rivalidad entre los grupos emulativos Magneto, Radioactivo y Supersónico, una competencia aparente que termina por convertirse en hermandad.

Ubicado en las afueras de San Antonio de los Baños, la institución educativa fundada en 1980 cuenta hoy con una matrícula de 323 estudiantes, por debajo de etapas anteriores.

Explica Alberto González Juara, subdirector docente, que después de la pandemia no han logrado cumplir el plan de ingreso, de ahí la voluntad de regresar a las escuelas secundarias a captar los talentos, un trabajo que deben potenciar sobre todo en Guanajay, un municipio que cada vez aporta menos estudiantes.

Destaca como positiva la experiencia de insertar desde el noveno grado a los estudiantes ganadores de concursos que deseen ingresar a la escuela. «Se han integrado muy bien a la escuela y esto nos permite que lleguen a décimo con más preparación y adaptados al rigor del centro», asegura.

Sobre la participación en concursos y otros eventos, apunta como logro las medallas de bronce obtenidas en la Olimpiada Iberoamericana de Matemática, efectuada en Brasil, y en la Copa Internacional de Química, en Suiza.

Un claustro completo y estable garantiza el proceso docente educativo, que se complementa con actividades extradocentes que son muy bien acogidas por el alumnado, de ahí la satisfacción de quienes por primera vez se enfrentan al régimen interno, con pase oncenal.

Tal es el caso de Diego Darío Ortega Díaz, de San Antonio de los Baños. «Un amigo mío me motivó a entrar a la escuela. Como gané el concurso de Matemática tuve esa posibilidad y agradezco el estar aquí, donde nos tratan con cariño y nos cuidan, sobre todo los de 12 grado».

A su lado, la artemiseña Flavia Evagelina Chile Oceguera, ganadora del Concurso de Física, asegura haber estado influenciada por familiares suyos que estudiaron en la escuela. «Siempre me hablaron del claustro excelente y de la preparación, y creo que no
se equivocaron. Estudiar aquí vale la pena».

Con sus batas blancas, luego de una práctica de laboratorio, encontramos a Aylema Elejalde Farías, de Güira de Melena, y al marieleño Lázaro Manuel Hernández Reyes. Ambos comparten vocación por la Biología y asumen esta etapa de sus vidas con disciplina y rigor para lograr sus sueños. Ella ansía estudiar Biología Marina y él Bioquímica, de ahí la atención que prestan a las enseñanzas de alguien casi tan joven como ellos: el recién egresado Gilberto Hernández Acosta, quien asume como entrenador de la preselección de la asignatura durante su año de Servicio Militar.

«Fui no apto y, tras presentar una carta de mi profesora Milena resaltando el aporte que podía dar en este centro, me dejaron aquí y ahora ayudo a otros a cumplir su sueño. La preselección para mí ha sido un reto de superación profesional y una forma también de honrar a quienes contribuyeron a mi formación».

Aires de Renovación

Humboldt 7 fue, durante la pandemia, centro de aislamiento y luego hospital para la Covid-19. Ello deterioró mucho la escuela, de ahí que desde el pasado curso comenzó la rehabilitación.

Noelia Pérez Pérez, subdirectora económica del centro, revela que en una primera etapa se hizo nuevo el emisario completo hasta la laguna de oxidación y se repararon los albergues de varones, con el cambio de la red hidrosanitaria y la reparación de los baños.

«La segunda etapa, en la que estamos todavía, abarca los dormitorios femeninos, la piscina, el gimnasio, el laboratorio de Química y los baños del área docente. En el caso de la piscina se restauró y pintó, pero faltan los motores y filtros, así como el banco de transformadores que posibilite su funcionamiento correcto».

Desde bien temprano en esta institución docente se potencia el vínculo de los estudiantes con la ciencia. Fotos: Otoniel Márquez

En el gimnasio se sustituyó todo el ventanal, el tabloncillo, y se colocó iluminación, aunque aún no disponen de nada en su interior. En una tercera etapa, más ambiciosa aún, prevén reparar la cocina-comedor, el teatro, la cerca perimetral y la pista, asegura.

Entre profesores reincorporados, otros nuevos y algunos por contratos, allí logran que cada estudiante reciba los conocimientos necesarios para su educación, en vínculo también con el trabajo, pues mantener las áreas limpias, el orden y la disciplina, es tarea de alumnos y trabajadores.

Y aunque los laboratorios y libros de ciencias parezcan abrumar en una primera impresión, la ecuación allí es simple y fácil de resolver entre todos. El resultado final dará siempre un ser humano de bien, una persona que, sin importar la ocupación futura, pondere lo correcto sobre lo mal hecho y ofrezca ayuda a quien la necesite.

Alumnos y profesores disfrutan de un laboratorio de Química en mejores condiciones. Fotos: Otoniel Márquez

Con varias alternativas han logrado completar el claustro. Fotos: Otoniel Márquez

En la segunda etapa del mantenimiento beneficiaron el laboratorio de Química. Fotos: Otoniel Márquez

Experimentos en el laboratorio de Química. Fotos: Otoniel Márquez

Los estudiantes comparten conocimientos de las áreas comunes. Fotos: Otoniel Márquez

También las áreas deportivas han recibido mejoras. Fotos: Otoniel Márquez

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.