Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¿Un sonido para jóvenes?

La radio debe trabajar por acercar audiencias juveniles a sus contenidos y cómo ir a buscarlas, porque ya no se trata de un medio estático, sino que tiene que conquistar a los más nuevos desde la multimedialidad

Autores:

Lisandra Gómez Guerra
Nelson Rodríguez Roque

HOLGUÍN.— A golpes de sonidos se construye la vida. Cada uno late de forma única e irrepetible. Tanto así que, desde hace más de cien años, un medio de comunicación acompaña a todo un país. Se hace eco de su cotidianidad, su ciudadanía, sus múltiples realidades… Así quedó demostrado en el 34to. Festival Nacional de la Radio, evento necesario para generar el diálogo y pensar en un quehacer artístico más parecido a los actuales contextos y audiencias menos experimentadas.

Con una impronta que data de 1938, Carmen Solar, premio nacional de Radio por la obra de la vida, expresó que, con el aumento de la cantidad de emisoras en el país, tienen que existir estos certámenes, que resaltan la labor de muchas personas y alientan. «Observamos una nueva generación, que alguien pensaba desvinculada culturalmente, mas está deseosa de conocer y estudiar sobre radio.

«Para Cuba y el mundo esto es importante. Enamorar a la juventud es una tarea, porque ella representa mucho en comunicación y realización, y continuará descubriendo y aplicando hacia el futuro, no se detendrá, porque el ser humano nunca ha dejado de idear», asegura.

Involucrado como organizador del evento y moderador de debates, César Hidalgo, locutor y realizador de la Ciudad de los Parques, reconoció que «Holguín, al ser sede, acogió esta fiesta y rencuentro, pero también hubo jurados, que escucharon gran parte de la programación y comenzaron a seleccionar programas, por convertirse en paradigmas, los cuales luego vamos a tratar de emular. Trazarlos, marcarlos, definirlos y hacerlos públicos al país es vital.

«Obviamente, urge también dirigir más programas a los jóvenes de forma muy particular, sobre todo porque son los que menos logramos tener. No es secreto para nadie, incluso hasta la propia Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) se ha preocupado por que cada vez las audiencias radiales van envejeciendo. Hoy, a nivel mundial, el promedio mínimo de edad de los que oyen radio es de 54 años», afirma.

Eso, opinó el experimentado profesional, es muy peligroso para el medio: «Pues no hay cambio generacional. Claro, también hay que tomar en cuenta que, cada vez más, por lo menos en Cuba, la población va envejeciendo. De todas maneras, los jóvenes prefieren otras plataformas, en las que oyen también, consumen sonido y eso a mí me hace creer que la radio morirá en sus maneras tradicionales, las que conocieron nuestros padres, de transmisión por una antena que llega al equipo.

«Tendrá ahora que comenzar a ser online, incluyendo sus audiencias, necesidades, agendas y luego crear productos sonoros novedosos. Pueden ser podcast u otros, que las personas escucharán en el momento en que decidan. Evolucionará en una nueva, pero mientras tanto sugiero a mis colegas mantenerla tal cual casi surgió, hasta que se produzca la mudanza definitiva», señaló.

Odalys Oriol, directora del sistema de la radio en Matanzas y corresponsal de Radio Reloj en ese territorio, valoró los componentes afectivos y profesionales del Festival: «Además de la oportunidad de vernos, de abrazarnos, luego de 13 años, cuando justamente Matanzas fue la última sede de los festivales nacionales, facilitó conferenciar, teorizar y apreciar en la práctica procesos de nuestro sistema de emisoras.

«Los creadores confraternizamos y fuimos a otra provincia, a conocer su palpitar, su gente. Y esta edición tuvo, como nota distintiva, presencia de varios Premios Nacionales, que con sus saberes les llegan a jóvenes de nuestras redacciones, para que conozcan a nuestros artistas y las prácticas de esos profesores, la mayoría de los cuales trabaja aún.

«Hay un reto para nuestra radio centenaria y su quehacer profesional, que es ser parte de ese concierto de consumo cultural cubano. No podemos negar que estudios apuntan a que hay audiencias, preferencias por emisoras locales, comunitarias, provinciales y nacionales, y un consumo de radio que, si bien no está monitoreado en toda profundidad, tenemos ítems de cómo va nuestro medio de cara a públicos, destinatarios y audiencias cada día más segmentados.

«Pero es un desafío darles espacios en emisoras a jóvenes creadores, quienes traen nuevos códigos de comunicación, porque son nativos digitales y apuestan por productos multimediales. De todas esas maneras necesitamos apropiarnos quienes dirigimos y realizamos. Pienso además en los estudiantes, que les darán respuestas a desafíos de la contemporaneidad», refirió.

Donde la radio surge

Con emotivas palabras la joven Grethell Cuenca, corresponsal de Radio Progreso en Holguín, con sus colegas, destacó:  «En momentos indudablemente difíciles para Cuba y nuestra provincia, renació el Festival, reclamo de artistas, realizadores y periodistas del medio, para que se rescataran estos espacios por varias razones.

«Una, porque ofrece posibilidad de intercambio, ya que los modos de hacer en el país no son iguales en todas partes. Te puede sorprender mucho lo que sucede en una emisora muy pequeñita, en un rincón de Cuba, cuyos productos comunicativos están a la altura de los de cualquier emisora nacional», expresó.

«Y esos descubrimientos los trae esta cita —añadió—, al igual que conocer experiencias de personas que han estado toda la vida en la radio, a la que le han dedicado mucho esfuerzo y talento, y que, en apenas un cruce de palabras, brindan grandes lecciones sobre cómo es la realización, cuánto requiere de entrega o qué fue lo que las motivó a permanecer durante tantos años. Es un lujo grande tener a tantos Premios Nacionales acá, que dialogan con los más jóvenes y les ofrecen posibilidades de descubrir, mediante sus historias y relatos, cómo enamorarse una y otra vez del medio».

La radio, aseveró Grethell Cuenca, ha de adaptar sus rutinas a nuevos lenguajes consumidos por los más jóvenes. «Ese ha sido tema principal, pensando en cómo acercar audiencias juveniles a nuestros contenidos o cómo ir a buscarlas. Porque ya no se trata de un medio estático que ha de esperar por que vengan a él, sino que tiene que ir a buscar a esa juventud. Asumir sus formatos de consumo y llevarlos al medio será la forma más sabia de sumarlos y poderles compartir nuestro mensaje».

Aliuska Barrios, máxima representante del sistema provincial de la radio en Las Tunas, desde la experiencia que posee de 19 años en el cargo, afirmó: «Es excelente que los realizadores hayamos vuelto a retomar estos encuentros, sobre todo por las acciones de capacitación, de dialogar sobre nuevas iniciativas y de cómo la radio se reinventa con nuevos códigos de comunicación, en aras de perfeccionarse y lograr interacción con sus audiencias.

«Los radialistas ponemos ejemplos de lo que hacemos en emisoras de los municipios, y provinciales y nacionales. A veces son diferentes, porque los públicos no son los mismos, pero al final convergemos en lo que nos interesa, como concretar una radio más multimedia, yendo a todo escenario», apuntó.

Igualmente, refirió que más allá del certamen competitivo, que también es importante, porque conduce a perfeccionarnos, a fijarnos en experiencias positivas, me parece que el diálogo entre los jóvenes y los que peinan canas, en medio de las condiciones económicas que vive el país, ha sido un logro.

«Tenemos que ir donde están los jóvenes, a universidades, politécnicos, preuniversitarios y secundarias básicas, a buscar nuestros públicos, tratando de que conozcan y enfocarnos también en qué les gusta, viéndonos como un medio próximo.

«Así seguramente van a ser muchos más los que van a empezar a escucharnos, quizá no de manera tradicional, sino desde su teléfono, por Teveo (Servicio de alojamiento, transmisión, y gestión de audio y video del Instituto Cubano de Radio y Televisión) o en internet, desde páginas web. Por ello, hay que promover espacios en los que la radio igualmente surge», significó.

La participación de los que conforman el ámbito radial cubano genera diversidad de criterios y tópicos, ir(radiando) observaciones e ideas acerca de buenas prácticas, interacciones, agendas y composición de programaciones, sin rechazar lo antiguo, aunque atemperando rutinas al contexto y gestiones de medios.

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