Encuentro entre la máxima dirección del país y 144 jóvenes palestinos que estudian Medicina en la Mayor de las Antillas Autor: Estudios Revolución Publicado: 17/11/2023 | 11:18 pm
Vergüenza de humanidad, promontorios que se desprenden dentro del alma, campanas que deben sonar por la especie toda. No alcanzan las lágrimas, y mucho menos las palabras para aliviar el dolor ante lo que vive el pueblo palestino que está siendo barrido en un acto de exterminio perpetrado por Israel.
Por tal razón el Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dio sentidas gracias desde el Palacio de la Revolución, al grupo de estudiantes palestinos que viven en la Isla y que en la tarde de este viernes compartieron el dolor que los embarga.
Acompañado del primer ministro, Manuel Marrero Cruz; del secretario de Organización del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Roberto Morales Ojeda; del ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla -los tres, miembros del Buró Político-; así como de otros dirigentes de la Revolución; el Jefe de Estado felicitó a sus especiales interlocutores en el Día Internacional del Estudiante.
Ante el dignatario, estaban presentes 144 palestinos que estudian Medicina en la Mayor de las Antillas; de ellos, 53 pertenecientes a la Franja de Gaza. Desde el grupo de los jóvenes comenzaron a emerger los testimonios estremecedores. Alguien contó que el joven médico formado en Cuba, aquel que el pueblo cubano pudo ver en el Noticiero de la Televisión hablando desde Gaza y que dijo que «morir por la Patria es vivir», está vivo y dando la batalla por sus compatriotas.
Todos los estudiantes que hablaron en el Palacio de la Revolución lo hicieron en un Español admirable. El primero en hacerlo alertó que en los medios de comunicación del mundo se habla de conflicto, de guerra, de enfrentamientos, pero lo que se está produciendo, dijo, es algo que va más allá de luchar contra 2,2 millones de palestinos. De lo que se trata es de una contienda contra la humanidad misma.
Foto: Estudios Revolución
La única manera posible de que pueblo palestino disfrute de su libertad, en estos momentos, está en que se multipliquen por millones las protestas en el mundo contra la barbarie que se produce ante los ojos de todos, dijo el joven, quien además compartió su certeza de que los palestinos no nacieron para ser vencidos y que la llama de la lucha nunca se apagará.
Todas las intervenciones conmovían. A los jóvenes les temblaban en las manos las hojas con sus notas; algunos hablaban desde el lamento puro, desde la angustia; uno hizo una pausa larga, de silencio adolorido, y se disculpó. El salón Portocarrero parecía quedar atrapado, por instantes, en una lágrima gigantesca.
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Una muchacha llamada María alzó su voz rajada. A sus 22 años ya ha sido testigo de cuatro guerras en su país. Ella, como sus otros compañeros, agradeció por el acto solidario en el Palacio de la Revolución -acto que se suma a otros muchos acontecidos a lo largo del país caribeño-. Quiso expresarse desde su corazón aflijido. Habló muy duro, como dura es la realidad que contaba: «En Gaza, dijo, las madres llevan a sus hijos dos veces: una en sus vientres, y luego en sus mortajas».
María contó que su madre le ha pedido que siga con sus estudios, que no se rinda, que la Medicina es el trabajo más noble del mundo. «Levanta tu nombre y el de Palestina», le ha dicho la madre a la joven.
Desde el río hasta el mar, afirmó ella, Palestina será libre. Y siguieron haciendo uso del derecho a la palabra los que tienen alma de médicos: Mohammed Ahmed Zannoun, quien lleva nueve meses en Cuba, narró que él y sus amigos no pueden dejar pasar el día sin hablar con sus familias. Y lanzó una frase esclarecedora y de nobleza: «¿Qué quieren los palestinos de la vida?: necesitamos vivir en una patria libre, sin guerra, nada más».
Se sucedían las voces para resaltar que mientras otros gobiernos se hacen de la vista gorda, Cuba, fiel a sus principios, brinda todo su apoyo a la causa palestina. Y una verdad enorme afloró también en el recinto: Un territorio no puede ser arrasado ni un pueblo exterminado hasta el último habitante, porque siempre habrá un combatiente en pie.
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Al final de cada intervención se escuchaba un «Patria o muerte», y un «hasta la victoria siempre». En algún momento, una metáfora inundó el recinto: el sueño más profundo de un palestino es dormir en su tierra natal y taparse con las estrellas de su propio cielo. Una bella imagen marcó el intercambio: a los dirigentes de la Revolución cubana los estudiantes colocaron sobre sus hombros la bella prenda textil que simboliza al pueblo palestino; esa misma pieza, en blanco y negro, que Fidel también mostró sobre su uniforme alguna vez.
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Cifras desgarradoras compartió en el encuentro el Embajador de Palestina en Cuba, Akram Samhan: en Gaza, según cierres estadísticos de la tarde de este jueves, ya suman 11 470 los fallecidos; de ellos, 4 710 son niños. Y ascienden a 29 mil los heridos. Todos los hospitales de la zona norte de la Franja de Gaza están sin funcionar; más de 200 trabajadores de la salud han muerto; los desplazados ascienden a 1,6 millones; y más del 53 por ciento de las viviendas han sido destruidas, parcial o totalmente.
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«Cuba está con nosotros porque tiene mucha fuerza», dijo el diplomático, quien reconoció el prestigio del país caribeño en todos los foros internacionales.
Hacia el final de una jornada llena de estremecimientos, el Presidente Díaz-Canel habló sobre el dolor que embarga; y destacó la plena confianza en que el pueblo palestino, más temprano que tarde, será libre.
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El dignatario habló de las motivaciones del encuentro: extender un abrazo solidario, un abrazo de hermanos. Ustedes, dijo a los estudiantes, son los hermanos de nuestros hijos. Palestina, afirmó, siempre podrá contar con Cuba.
Díaz-Canel evocó a los estudiantes palestinos que compartieron un aula universitaria junto con él; se preguntó cómo estarán, qué estarán haciendo en estas horas; y recordó al Che Guevara y su convicción de que al imperialismo no se le puede dar ni un tantico, pues es esa fuerza hegemónica la que maniobra y es cómplice de toda la barbarie de estos días.
«Nada puede justificar esa barbarie y por eso hay que condenarla constantemente», enfatizó el Jefe de Estado, quien subrayó el dato terrible de que las dos terceras partes de las víctimas son mujeres y niños, porque los ejecutores de ese holocausto, dijo, se han ensañado con el presente de Palestina, y quieren borrar el futuro de Palestina.
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El mandatario dijo a los jóvenes: Nosotros los vamos a cuidar, y vamos a hacer todo lo posible para que ustedes se gradúen como médicos, como especialistas, porque son el futuro de Palestina, y haremos todo lo posible por acompañarlos en el tránsito exitoso de sus carreras.
«Para nosotros, expresó en otro momento, era importante tener hoy este encuentro con estudiantes palestinos. Nosotros los cubanos aprendimos a defender la causa palestina a partir de la visión internacionalista y humanista del líder histórico de nuestra Revolución, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que siempre fue un amigo de Palestina».
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Y declaró: «Ante ustedes queremos hoy, queridos estudiantes palestinos, reiterar la posición de principios de Cuba, favorable a una solución amplia, justa y duradera para el conflicto israelí-palestino, sobre la base de la creación de dos Estados, que permita al pueblo palestino ejercer el derecho a la libre determinación, y a disponer de un Estado independiente y soberano, en las fronteras anteriores a 1967, con Jerusalén oriental como su capital, y que garantice el derecho al retorno de los refugiados. Por eso vamos a luchar junto a ustedes de manera fehaciente, firme, y de manera enérgica».
Díaz-Canel hizo hincapié: «No estaremos entre los indiferentes. Condenamos en los términos más enérgicos el genocidio de Israel. Ustedes estudian en Cuba representando a Palestina, y nosotros estaremos con ustedes para que cumplan esos sueños y en el futuro puedan apoyar más a su país. Como dijera Fidel, es tiempo de poner fin a la filosofía del despojo, para que muera por falta de incentivos la filosofía de la guerra».
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