La Primera Secretaria de la UJC en el país, junto a otros líderes juveniles, compartió con alumnos y maestros de la amorosa institución educativa. Autor: Yuniel Labacena Romero Publicado: 16/11/2023 | 11:20 pm
«Estar aquí es un compromiso con Fidel y con quienes hacen posible que en medio de tantos problemas, aquí prime el amor y la alegría. Esta escuela es mágica y más que una institución parece un hogar. El hogar donde todo es posible, donde se puede soñar, donde se sueltan las alas sin límites y se vuela alto».
Lo escribió en el libro del visitante Aylín Alvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), al despedirse este jueves de la escuela Solidaridad con Panamá, una institución que abriga a 219 niños con limitaciones físico-motoras y en la cual aprenden a leer, a escribir y a preparase para la vida.
El centro es expresión de las ideas humanistas del líder histórico de la Revolución Cubana. Él lo fundó hace casi 34 años cuando recien comenzaban los duros tiempos del período especial, y desde entonces acoge en sus aulas a infantes de todo el país. Quizá por eso la líder juvenil significó que, al volver a este lugar, vivía «la mañana más feliz de los últimos años».
Cuantos estuvieron este jueves en Solidaridad con Panamá, como Lianet Pazos Cedeño, presidenta de la Organización de Pioneros José Martí, así como otros dirigentes juveniles y autoridades de Educación en la capital, vivieron muchas
emociones y disfrutaron del arte de sus amados e ingeniosos alumnos y la presencia de varios egresados que hoy son personas de bien y trabajan por sus contemporáneos.
Mucha de esa magia ya sabemos de dónde sale, y es que tiene la escuela una directora que «es madre, abuela y compañera de niños y grandes». Por eso, hablar con Esther María La O Ochoa, más conocida por Teté, te devuelve las fuerzas que puedas tener perdidas. Ella —aunque lo niegue— es el alma del centro para quienes allí han visto transcurrir su infancia y adolescencia.
De ese compromiso tremendo con quienes son el tesoro más grande de Cuba, habló a los visitantes mientras recorrían sus pasillos, aulas, dormitorios… y también recordó los años fundacionales de esta hermosa escuela. Igualmente, subrayó los esfuerzos que realiza la nación para mantener una institución de excelencia como esta, en medio de la difícil situación económica que vivimos.
«Una llega y no sabe cómo partir, porque se va con la certeza de que una parte del corazón se queda aquí para siempre… Gracias por hacer, por ser y por estar. El mundo es un poco mejor porque existen personas especiales como ustedes», escribió la Primera Secretaria de la UJC. De eso estamos convencidos los que estuvimos en Solidaridad con Panamá.