Vacunas. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 05/09/2023 | 11:01 pm
Desde mayo último, la COVID-19 dejó de ser una emergencia sanitaria internacional para la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero no por ello —también advirtió entonces la institución—, dejaría de ser una amenaza para la salud mundial; de hecho, es hoy un problema de salud establecido; este lunes, 4 de septiembre, por ejemplo, se reportaban a nivel global 21 168 635 casos activos.
De acuerdo con las recomendaciones del Director General de la OMS en relación con la COVID-19, las autoridades del Minsap presentaron este martes las propuestas de acciones a corto y mediano plazos sobre el seguimiento y la vigilancia de la enfermedad en la actual etapa, en el habitual encuentro del Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con expertos y científicos para temas de salud.
Al informar sobre el comportamiento de la enfermedad en Cuba, la doctora Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e innovación y Tecnología del Ministerio de Salud Pública, explicó que en los últimos 14 días se diagnosticaron 18 casos positivos.
«Todos los casos secuenciados —señaló— corresponden a la variante Ómicron; en las últimas ocho semanas se han identificado en el país 13 subvariantes de esta cepa».
Desde el inicio de la ya terminada pandemia hasta este 4 de septiembre, en la Isla se reportan 1 115 123 casos confirmados a la COVID-19. El país acumula 8 530 fallecidos, para una letalidad de 0,76 por ciento. El último fallecimiento ocurrió el 20 de agosto de 2022. Hoy es muy baja la morbilidad grave y crítica en el país.
Todos los modelos de pronósticos reflejan que hay un control de la enfermedad, resultado de la entrega y profesionalidad del personal de la Salud cubana y la comunidad científica. Desde la obtención de las vacunas anti-COVID-19 cubanas, se han aplicado 406,1 dosis por cada cien habitantes.
De otra manera, la estrategia cubana de vacunación ha permitido que 10 031 591 personas (el 90,9 por ciento de la población o el 98,7 por ciento de la población posible a vacunar) estén inmunizadas.
En el encuentro de esta semana con expertos y científicos para temas de Salud junto al Presidente, participaron el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz; los vice primeros ministros Inés María Chapman Waugh y Jorge Luis Perdomo Di-Lella, y el titular del Minsap, Dr. José Angel Portal Miranda.
Que la COVID-19 sea ahora un problema de salud establecido y persistente, implica que los países deben integrar las actividades de vigilancia y respuesta a la enfermedad en los programas de salud regulares, señaló la doctora Morales Suárez retomando los criterios del Director General de la OMS.
Señaló, además, que la organización ha recomendado para la actual etapa, entre otros consejos:
—Conservar lo ganado en términos de capacidad nacional y prepararse para eventos futuros.
—Integrar la vacunación contra la COVID-19 en los programas de vacunación a lo largo del curso de vida.
—Integrar la vigilancia de los agentes patógenos respiratorios y continuar la notificación de los datos a la OMS.
—Prepararse para que se autoricen las vacunas, los medios de diagnóstico y los tratamientos dentro de los marcos regulatorios nacionales, con el fin de garantizar la disponibilidad y el suministro a largo plazo.
—Seguir trabajando con las comunidades para lograr programas sólidos, resilientes e inclusivos en materia de comunicación de riesgos y participación de la comunidad, así como la gestión de la infodemia.
En todo ello, y más, Cuba ha estado trabajando y adelantando, enfatizó la Directora de Ciencia e innovación y Tecnología del Minsap, quien abundó ampliamente en su presentación, entre otros temas, en los principios para la prevención y el control de la COVID-19 en Cuba; las principales líneas estratégicas del país para ello —basadas en las recomendaciones permanentes de la OMS—; y las principales acciones a ejecutar.
El Ministerio de Salud Pública también propuso, y así fue aprobado por la dirección del país, teniendo en cuenta la situación epidemiológica actual y las nuevas recomendaciones emitidas por la OMS el 30 de agosto de 2023, relacionadas con la información continua de la COVID-19, pasar el parte de la COVID-19 y el de vacunación a una frecuencia semanal.