En el país abunda la radiación solar para abastecer los paneles fotovoltaicos. Autor: Archivo de JR Publicado: 16/10/2021 | 09:56 pm
Que Cuba pueda llegar a generar toda la electricidad que necesita con fuentes renovables de energía (FRE) no debe provocar dudas. El dilema está en cuándo se alcanzará esa potencia.
Un lema que se utilizó para abordar este tema y esa meta en la más reciente sesión del Consejo Nacional de Innovación (CNI) puede arrojar luz al respecto: «Sí se puede (hacer), se debe (hacer) y (hay que hacerlo) a corto plazo».
En el archipiélago abunda la radiación solar para abastecer los paneles fotovoltaicos; el viento es propicio en bastantes lugares para mover sin dificultad grandes y pequeños aerogeneradores; la biomasa no escasea para alimentar bioeléctricas (incluidas calderas y turbogeneradores de ingenios azucareros), y los residuales líquidos para echar en la panza de un biodigestor sobran.
Científicos y expertos, hombres y mujeres dedicados en cuerpo y alma al desarrollo de las FRE en Cuba («la crema y nata» en estos temas), fueron invitados del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, para discutir el asunto.
Fue un congreso a pequeña escala de un tema estratégico. En cuatro horas se habló de todo. Hasta un pequeño libro podría salir de lo expuesto y lo debatido. Se presenció un abordaje integral, holístico, sinérgico.
La Transición energética hacia las Fuentes Renovables de Energía. Innovación y colaboración intersectorial, fue la ponencia general para el abordaje. La presentó el ingeniero Liván Arronte Cruz, ministro de Energía y Minas.
Lograr el ciento por ciento en la generación de electricidad a partir de las FRE es la solución estratégica a la que está abocada la Isla para lograr su soberanía en un aspecto que es transversal a todos los ámbitos económicos y sociales.
Como se estaba en una sesión del Consejo Nacional de Innovación, fue oportuno recordar —y así Arronte Cruz lo hizo— que la principal idea innovadora en la electricidad cubana fue la Revolución Energética, desarrollada bajo la conducción del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Cómo tapar el sol con un dedo
El 95 por ciento de la electricidad que se genera hoy en el país es a partir de los combustibles fósiles. Según informó el titular del Ministerio de Energías y Minas al explicar el estado actual de las inversiones en FRE, la implementación de esta política tiene un atraso del 40 por ciento. «Debíamos tener 506 MegaWatt (MW) en operación, pero tenemos 302,6 MW».
No obstante, el desarrollo de este programa cuenta con no pocas fortalezas, como la existencia e implementación de la Política del Gobierno para el desarrollo de las FRE y la eficiencia energética y su marco regulatorio, y un potencial de fuentes renovables de energía suficiente y diversificado.
Nos refuerza —agregó Arronte Cruz— la alta preparación del capital humano en esta materia y el favorable entorno para incrementar la innovación y la cooperación intersectorial.
Y también existen muchas oportunidades, como la disponibilidad a nivel internacional de financiamientos e inversionistas para ejecutar proyectos de FRE y el incremento en la competitividad de las tecnologías renovables con relación a las de combustible fósil, pues cada día son más baratas.
El propósito de Cuba, sin embargo, tiene más de una amenaza, en primer lugar los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero del Gobierno de Estados Unidos, agudizado por la administración Trump con las 243 medidas punitivas que impuso y que el presidente Joseph Biden mantiene incólumes.
Parte del atraso en el cumplimiento de las metas en el empleo de las FRE para este período, debe achacársele a la pandemia de la COVID-19, que ha hundido al mundo en una severa crisis económica, pero el bloqueo, aunque «no puede tapar el sol con un dedo», lo «oscurece» todo.
Si Cuba no ha avanzado más en las FRE es por falta de financiamiento, y la primera causa de ello está en el bloqueo.
Sí se puede
Al intervenir en el debate, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba coincidió en lo estratégico del asunto. Pudiera decirse que la cuestión energética es el tema fundamental, dijo.
La generación eléctrica a partir de fuentes renovables de energía conlleva elementos conceptuales, estructurales, y estos están muy vinculados a la soberanía, a la economía, a lo social y a lo medioambiental, añadió refiriéndose a la estrategia de desarrollo electroenergético del país, que ya contiene muchos de los análisis y criterios que se presentaron aquí.
Que Cuba alcance el ciento por ciento de la generación de electricidad a partir de las FRE, integrándolas a todas (aunque manteniendo en reserva capacidades de generación con combustibles fósiles) es posible, enfatizó Díaz-Canel.
El problema energético —añadió— no es un problema sin solución, pero —acotó más adelante— no solo se trata de generar a partir de estas fuentes renovables; esto debe verse como un asunto integral que implica el incremento de la eficiencia energética, con la introducción de nuevas tecnologías, y también una gran conciencia de ahorro.
En Cuba, agregó al concluir el encuentro con los expertos y científicos en las ciencias energéticas, existe suficiente conocimiento para enfrentar el reto de las FRE y alcanzar el ciento por ciento de la producción de energía a partir de ellas.
Entre los ejemplos para demostrar que sí es posible alcanzar esta meta, se refirió a la política aplicada en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, donde la prioridad dada a las FRE, específicamente a la energía fotovoltaica, ha llevado a que la Zona suministre electricidad al sistema electroenergético nacional (SEN) durante varias horas en el día.
A la reunión del CNI asistieron los ministros de Industria, Eloy Álvarez Martínez; de Educación Superior, José Ramón Saborido Loidi, y de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, entre otras personalidades.
El Consejo Nacional de Innovación es el órgano consultivo del Estado que asiste al Presidente de la República y está orientado a recomendar las decisiones para impulsar la innovación en el funcionamiento del Estado, el Gobierno, la economía y la sociedad de forma coordinada e integrada.