Ante los incumplimientos en las entregas de cigarros a la red de comercio minorista, por el impacto de la COVID-19 en las fábricas productoras, roturas y falta de insumos importados, la venta de ese producto se ha visto regulada en todo el país por los gobiernos locales de conjunto con las direcciones provinciales de Comercio Interior (Mincin), según reporta la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
El déficit ha sido de tal magnitud que se ha orientado ofertarlo por la libreta de abastecimiento y solo para mayores de 18 años, en tanto la cantidad de cajetillas per cápita está en correspondencia con los volúmenes que por momentos pueda ofrecer el Grupo Empresarial Tabacuba a los territorios, dijeron a la prensa representantes del Mincin.
Leticia Ojeda Reyes, directora comercial del Grupo de Alimentos, y Marco Aguirre Carvajal, subdirector de Alimentos de la Empresa de Comercio de La Habana, explicaron que el cigarro conserva su clasificación de liberado, por lo cual no se acumula ni se pasa «la cuota» de un mes a otro, máxime cuando es inestable e insuficiente su entrega por el suministrador.
A tono con esta situación por ejemplo, en la capital, Ojeda Reyes subrayó que junto a los problemas con materias primas que necesita Tabacuba, entre ellas el papel de envoltura, el nailon y el pegamento, también han existido dificultades con la transportación desde las fábricas hacia los territorios. Aclaró que tampoco se ha podido garantizar las entregas de tabaco y fósforo, ambos productos liberados.
Señala la ACN que a pesar de las dificultades aludidas por el mencionado Grupo Empresarial de la Agricultura, hoy la situación empieza a revertirse al contarse con cierto nivel de financiamiento y gracias a la paulatina recuperación de las entidades afectadas por la pandemia, entre ellas también la Ramiro Lavandero, en Ranchuelo, Villa Clara, y Segundo Quincosa, en la capital.