Anticuerpo monoclonal Nimotuzumab. Autor: Tomado de Internet Publicado: 08/09/2021 | 10:01 pm
Con vistas a solicitar el autorizo de uso de emergencia del anticuerpo monoclonal Nimotuzumab contra la COVID-19, el Centro de Inmunología Molecular (CIM) realiza un estudio observacional extendido en la práctica médica, para recopilar información sobre la efectividad del producto.
Kalet León Monzón, director adjunto y de Investigación y Desarrollo del CIM, señaló a la Agencia Cubana de Noticias que esta investigación abarca a más de 500 pacientes para corroborar la seguridad y los eventos adversos del medicamento.
Con esos datos se espera completar el expediente que será entregado al Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos para ampliar el empleo del Nimotuzumab en el territorio nacional y posiblemente en el extranjero, acotó.
El directivo dijo que en la actualidad el anticuerpo se utiliza como parte del protocolo de actuación en personas en estadios graves de la enfermedad, y especificó que a pesar de los pocos evaluados clínicamente, se observa una elevada seguridad, así como la mejoría de los individuos a nivel radiológico y la reducción de la inflamación y la coagulación.
León Monzón explicó que el Nimotuzumab, que obtuvo su registro en el 2002, es ampliamente usado dentro del programa cubano contra el cáncer, en especial para el tratamiento de tumores de cabeza y cuello, así como en los de esófago, pulmón y páncreas.
Al comienzo de la pandemia se evidenció en la literatura científica el rol del receptor de factor de crecimiento epidérmico —muy importante en cáncer—, dado que el propio virus y la infección viral de las células epiteliales del pulmón inducían una cascada de señalización que podía impactar en la patogenia de la enfermedad, añadió el experto.
Precisó que la señal aberrante generada, debido a la infección viral a partir del receptor, agudiza el proceso inflamatorio, lo cual estimula la coagulación excesiva de los vasos sanguíneos y la fibrosis en el tejido pulmonar, y ello deja muchas secuelas.
Acorde con esas evidencias, continuó, se decidió evaluar el efecto del Nimotuzumab en personas en estado grave, y se realizó en mayo de este año un ensayo clínico fase I con 40 pacientes en los hospitales clínico-quirúrgicos docentes Julio Trigo y Salvador Allende, ambos de La Habana.
Con los favorables indicadores del ensayo, el Grupo de Ciencias del Ministerio de Salud Pública aprobó la inclusión del fármaco en el protocolo de actuación contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.
Según las conclusiones parciales, el empleo de Nimotuzumab en sujetos con enfermedad severa de COVID-19 fue seguro, demostró mejoría en la función ventilatoria, disminución en los marcadores de inflamación y recuperación radiológica o estabilización de la neumonía intersticial multifocal en el 80 por ciento de los estudiados al séptimo día de tratamiento.
Confirmó, además, evidencias de prevención o mejoría de las lesiones fibróticas y una alta tasa de recuperación en pacientes graves.