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¿ABDALA, cómo va?, preguntó este lunes el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, a las autoridades de la provincia de Santiago de Cuba. Y a través de video conferencia, durante la reunión del Grupo Temporal de Trabajo para la Prevención y Control de la COVID-19, la Gobernadora Beatriz Johnson Urrutia afirmó que «va bien».
Ella explicó al Jefe de Gobierno que en la mañana de este lunes comenzó el ensayo clínico, en la fase III, del candidato vacunal Abdala. Dijo que los primeros en recibirlo fueron 250 estudiantes universitarios, y que a partir del próximo miércoles serán incluidas en el importante experimento 14 áreas de salud de la provincia.
En el encuentro que en el Palacio de la Revolución estuvo presidido por el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura, y por el Primer Ministro, la información dada por Johnson Urrutia es una buena noticia, no solo por lo que significa para Cuba en el ámbito científico sino también porque el territorio oriental libra una batalla a brazo partido por acorralar la transmisión de la epidemia.
En estos momentos la provincia oriental ha retrocedido en el control de la COVID-19, y se trabaja intensamente en los municipios de Santiago de Cuba, Contramaestre y Palma Soriano, escenarios donde la situación epidemiológica es más compleja. Según detalló Beatriz Johnson, se dispone del transporte necesario para atender cada problema alusivo a la epidemia, y se evalúa con rigor cada fuente de infección.
Sobre La Habana, provincia que en esta lucha por la vida implica para el país un escenario de múltiples desafíos, su gobernador, Reinaldo García Zapata, dijo que se ha seguido aplicando el Nasalferón (fármaco de nuestra industria biotecnológica, en forma de gotas para fortalecer el sistema inmunológico). «Tenemos acumuladas, dijo, 42 277 dosis aplicadas a los contactos de casos positivos, y también a (quienes están en) los centros habilitados para contactos».
A través de videoconferencia también informaron sobre la situación epidemiológica de sus territorios las autoridades de las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Camagüey y Granma. A propósito de esta última, donde los eventos de transmisión son comunitarios, el Primer Ministro alertó sobre el hecho de que el coronavirus esté disperso «en la calle»; por eso resaltó la necesidad de seguir fortaleciendo las medidas sanitarias, así como de seguir acatando los protocolos que lleven a la provincia a controlar su situación actual.
Sobre el tema, el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, hizo alusión a la importancia de evitar la movilidad de las personas de un municipio a otro, en aras de evitar que se acreciente la dispersión del nuevo coronavirus.
Lo que dicen los números
En los últimos 15 días, según informó en la reunión el titular de Salud, fueron diagnosticados en Cuba 11 661 casos positivos a la COVID-19, para una tasa de incidencia de 104,2 por cada 100 000 habitantes. Las provincias que mantienen los más altos indicadores son La Habana (290,6), Pinar del Río (145,9), Granma (113,7), Mayabeque (109) y Sancti Spíritus (105,9).
El país acumula —apuntó el Ministro de Salud— un total de 397 fallecidos a causa de la enfermedad, para una letalidad del 0,59 por ciento.
En la semana recién concluida, detalló, tuvo lugar una disminución en el diagnóstico de casos, del 8,5 por ciento; nueve provincias y el municipio especial de Isla de la Juventud disminuyeron los índices de incidencia de la enfermedad en relación con la semana precedente.
Los territorios que incrementaron la incidencia, en la semana evaluada, fueron La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Las Tunas, Holguín y Santiago de Cuba.
