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El premiado posa junto a su dibujo, que supo captar la lucha cpontra la Covid-19 Autor: Reynaldo López Publicado: 26/01/2021 | 02:11 pm
Las Tunas.— Si de generar fantasías se trata, ningún asunto es ajeno a los ensueños de la niñez. Para confirmarlo basta con entregarle a un chico un pliego de papel y una caja con crayolas o con lápices de colores. Veremos cómo es capaz de esbozar inéditas interpretaciones de la realidad, donde las plantas pueden tener alas y el cielo ser color violeta.
Tales tendencias se evidenciaron en el concurso de dibujo convocado para estudiantes de la enseñanza primaria por el proyecto socio-cultural Perspectiva, adscripto a la Oficina del Historiador de la Ciudad de Las Tunas, en cuya sede hoy se exhiben las obras, suerte de mirada pictórica infantil en torno a nuestro actual panorama epidemiológico.
El promotor de este evento es José Ángel Naranjo, destacado escultor y miniaturista local, quien, al dejar inaugurada la muestra, se refirió a cómo el rechazo a la pandemia constituye una recurrencia entre los infantes tuneros.
«Todos los trabajos se inspiraron en la COVID-19 y en las mejores opciones para combatir su propagación, en especial mediante conductas sensatas, no solo en Cuba, sino en todo el planeta —dijo—. Los participantes echaron a volar su imaginación y nos regalaron estos dibujos que expresan ingenio pictórico y compromiso con un problema global».
Al certamen respondieron 15 escuelas. Sus representantes presentaron 130 obras, cuya evaluación asumió un jurado compuesto por artistas plásticos de la provincia. Se otorgaron nueve menciones y un premio. El niño agraciado con la guirnalda fue Samuel David Lorenzo Núñez, estudiante de sexto grado del seminternado República de Chile.
«Mi dibujo expresa mi preocupación por la salud del mundo y mi tristeza por la muerte de tantas personas por causa de la COVID-19 —describió el ganador—. Pero también mi certeza de que Cuba superará este mal momento. Para eso debemos protegernos y ser disciplinados con el cumplimiento de las orientaciones sanitarias de nuestras autoridades».
Un recorrido por el salón donde se exhiben las obras premiadas, permite confirmar el talento de sus autores para aprehender en códigos plásticos la realidad de la COVID-19 y las disposiciones adoptadas para combatirla. Así, incluyen el uso del nasobuco, el distanciamiento social, el cierre de escuelas, el confinamiento doméstico…
«Los dibujos no solo alertan a las personas acerca de los peligros que implica el coronavirus. También tienen presentes a las mascotas, pues algunas aparecen con nasobucos puestos por sus dueños. Ese detalle le da un toque de sensibilidad a las obras», dice el historiador Víctor Marrero.
La calidad de los dibujos presentados a concurso originó que tanto sus autores como sus escuelas fueran reconocidos por sus organizadores. Eventos de este tenor figuran en las expectativas del proyecto Perspectiva, que pretende también fomentar la cultura y llevarla a las comunidades rurales.
«Me regocija comprobar cuánto motiva a las personas asistir a exposiciones de este tipo, donde los niños colorean sobre la cartulina sus añoranzas y sus sueños —asegura José Ángel Naranjo—. Ellos, como nadie, son auténticos maestros a la hora de convertir en arte legítimo la imaginación».
