21
Los niños son una prioridad para el Estado cubano. Autor: Nelson Rodríguez Roque Publicado: 23/09/2020 | 05:24 pm
En cuanto escuché a Miguel Díaz-Canel, presidente de la República, referirse a lo que se debe hacer «para fortalecer el municipio, empezando por la preparación de los cuadros que los dirigen, de manera particular los intendentes», comprendí que en dicha responsabilidad, de nomenclatura novedosa para los cubanos, se sostiene buena parte del progreso socioeconómico en esas demarcaciones.
Fue poco después que fui al encuentro de Reylaidis Gómez (32 años), intendente del municipio holguinero de Cueto, formada como trabajadora social, quien no cejó en su superación y luego se graduó como licenciada en Sicología. Natural de la localidad de Birán, cuna del Comandante en Jefe y el General de Ejército, ella define sus orígenes como «compromiso mayúsculo para hacer por los demás; algo que engrandece el deber ante el pueblo».
Quienes la tratan en la calle o las instituciones nunca la han mirado con malos ojos por ser joven, asegura. Su receta para cualquiera que ocupe esta responsabilidad, sea hombre o mujer, es trabajar y ponerle empeño a cada reto, a fin de ganarse el respeto.
La gestión administrativa y el control de los recursos materiales y financieros, entre otras tareas, la han vuelto una líder «todoterreno», capaz de chequear una inversión hidráulica, identificar un potencial encadenamiento productivo o salir de madrugada a verificar una rotura del central azucarero.
—¿Tenías nociones u experiencias de otras labores del Poder Popular?
—Era vicepresidenta del Consejo de la Administración Municipal (CAM). Esto me preparó para el cargo de ahora, que surgió a partir de la aprobación de la nueva Constitución de la República.
«En el Gobierno de mi municipio también había trabajado como secretaria del Consejo de la Administración y secretaria de la Asamblea Municipal del Poder Popular. Tenía conocimientos de la dinámica, al haber transitado cuatro años por diferentes funciones».
—¿Cuáles de tus funciones te resultan más complejas?
—Lo más difícil es que toda la esfera administrativa es responsabilidad de los intendentes. Tenemos un municipio sobre nuestros hombros. Muchos aspectos del bienestar de la población nos mantienen ocupados.
—¿Cambió radicalmente tu vida personal tras tu designación?
—Hubo variaciones en mi rutina. Una redobla la dedicación y entrega. Al hogar se le dedica tiempo, por eso reorganicé el día a día en función de cumplir mis responsabilidades en todas las facetas, tanto laborales como familiares.
«Ser intendente en Cueto, territorio que no es de los más poblados y extensos en superficie de Holguín, no significa que el trabajo es sencillo. Administrar en estos tiempos es complicado, por las afectaciones económicas derivadas de la pandemia y el bloqueo. Tratamos de ingeniárnoslas para buscar soluciones que quizá no sean perfectas, mas se logran en el momento oportuno.
«Acá estamos empeñados en impulsar la agricultura, que debe alzarse en esta etapa de asedio del nuevo coronavirus, dado que se ha planteado que mucho de lo que consumamos dependerá de lo que seamos capaces de obtener en tierras locales. También nos hemos volcado a la consolidación de los encadenamientos productivos».
—¿Cuán importante es para un intendente darle seguimiento a lo planteado por los electores?
—Los planteamientos son la esencia del Poder Popular porque surgen desde la base. Los delegados los tramitan y el Consejo de la Administración tiene la misión de dar respuesta en la variante requerida y posible. La Asamblea Municipal desempeña un papel fundamental en la coordinación con la Administración para resolver esos problemas.
—¿Cuáles son los principales planteamientos que se realizan y cómo valoras su solución?
—Los relacionados con la vivienda, vialidad y alumbrado público, junto a los de acueducto, resultan lo más comunes. Al 96 por ciento se comportan las soluciones, por encima de la media provincial. El éxito radica en dar una respuesta ágil a los delegados, sin demora.
«De procesos de rendición de cuenta del actual XVII período de mandato no hay planteamientos pendientes por responder, incluidos los explicados de causas sin solución por el momento, dependientes de recursos sujetos a una inserción en planes de la economía de años posteriores».
—Desde distintos niveles del país se aboga por una superior autonomía municipal. ¿Aprecias en la práctica una evolución de ese aspecto?
—La nueva Carta Magna le confiere mucha relevancia a este propósito. Ahora, bastante peso tendrá en el desarrollo territorial el nivel de gestión que se materialice en el municipio.
«Es vital potenciar proyectos de desarrollo local y en nuestro caso insertar a la agricultura todavía más, agregando minindustrias, por ejemplo. El sector azucarero es otra rama por revitalizar aquí. Durante la próxima zafra el central cuetense recesará su molienda, pero cosecharemos caña para otros ingenios».
—¿Cueto seguirá apostando entonces por sus sectores económicos tradicionales, vinculados a las obras del Trasvase Este-Oeste?
—Ya la infraestructura hídrica de esa obra abarca al Este del municipio. Por eso tres estaciones de bombeo de Azcuba propician el riego por goteo en dos formas productivas. En el área agrícola se proyecta hasta 2030 acumular 1 244,5 hectáreas en explotación, de las que ya 247,7 están bajo máquinas de riego de pivote central y 140 hectáreas se riegan por enrolladores. Todo forma parte de una estrategia que redundaría en la mejora del autoabastecimiento municipal, concebido para 30 libras per cápita de productos del agro.
«El centro de elaboración se encadenó a la rama de la agricultura, y esa alianza ha permitido elaborar más producciones que por su calidad gozan de mucha aceptación. A los proyectos de desarrollo local en funcionamiento les añadiremos uno de la Productora de Alimentos, cuyo estudio de factibilidad se encuentra en marcha».
—¿Otros jóvenes te acompañan en la Asamblea Municipal o el CAM?
—Sí, están presentes en todas las esferas o coordinaciones, como funcionarios. Predominan las mujeres. En conjunto se puede decir que somos continuidad desde la patria chica de Fidel y Raúl, desde su municipio.
