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José Ángel Fernández Castañeda, presidente nacional de la FEU, compartió con los cienfuegueros la jornada productiva Autor: Juan Carlos Dorado Publicado: 23/06/2020 | 12:57 pm
CIENFUEGOS.—Dos veces a la semana, la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Mártires de Barbados casi duplica su fuerza de trabajo desde que los muchachos de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) decidieran apadrinarla.
Aquejada por una crisis en sus indicadores económicos, productivos y organizativos, la CPA sureña transita por una etapa de recuperación que pretende un crecimiento desde cero—que registró en 2019— a 12 000 quintales de cultivos varios y frutales.
«Esta movilización es una inyección de brazos para seguir aportando, pero también de ánimo para mis cooperativistas, sobre todo los de edad avanzada, porque aquí los jóvenes representan solo el 20 por ciento de los campesinos y la fuerza de trabajo aún no está completa», expresó José Ramón Rodríguez Cuba, presidente de la Mártires de Barbados.
De conjunto con la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, en el país miles de muchachos y muchachas se han sumado a las actividades productivas en la batalla cubana por la autonomía alimentaria en el contexto de la COVID-19, «labor matizada por otras tareas que no podemos descuidar y en las que hemos sido protagonistas, como la pesquisa médica, la atención a grupos vulnerables y el voluntariado en centros de aislamiento», reconoció José Ángel Fernández Castañeda, presidente nacional de la FEU, presente en la jornada de trabajo voluntario cienfueguera.
Uno de los escollos en la CPA fue el río Arimao, crecido por dos días de lluvia intensa. «Eso, y el reto de hacer bien lo que nos toca sin dañar los cultivos ni cosecharlos antes de tiempo», manifestóDaniel Jiménez Najarro, estudiante de licenciatura en Economía en la Universidad de Cienfuegos (UCF), que repite su asistencia a los surcos de la cooperativa del Consejo Popular Rancho Luna.
Bajar los mangos casi listos para el consumo, sin grandes traumas en la fruta por golpes o caídas, también fue una historia compleja para estos muchachos; sobre todo parala pequeña Yeily Toledo Florín, pupila de la UCF, a quien literalmente le tocó «coger los mangos bajitos».
Lo inadecuado de la vestimenta de algunos para adentrarse en el campo y la inexperiencia en cuestiones agrícolas, sacan a la luz quienes son los «ratones de ciudad». Pero en media mañana esa mayoría oriunda del pavimento reunió unas 250 cajas de mangos listas para enviar al frigorífico de la Empresa Cítricos Arimao.
Rodríguez Cuba explicó que los ubican «en actividades que sean provechosas, especialmente en la cosecha, que es donde estamos más afectados. La siembra y la limpia requieren un trabajo técnico que todavía ellos desconocen, aunque cada vez que vienen les vamos enseñando algo nuevo y ellos tienen mucho interés».
La idea es volver dos veces a la semana a la CPA y colaborar en los organopónicos de la provincia, para aportar también a la recuperación de la agricultura urbana en el territorio,declaró Jorge Misas Hernández, secretario de la UJC en la casa de altos estudios de Cienfuegos.
