Doctor Alexer Torres Figueroa. Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 23/04/2020 | 06:05 pm
El doctor Alexer Torres Figueroa tiene 34 años y es uno de los médicos que lidera en estos momentos en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) la lucha contra la COVID 19. Especialista en Medicina Interna desde el 2016, este héroe de bata blanca conocía poco sobre la infección antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) circulara el reporte de la pandemia. «Solo sabía lo que se emitía en las noticias. Pero nos capacitaron rápidamente y recibimos entrenamiento epidemiológico y clínico, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento», contó a Juventud Rebelde vía telefónica.
Poco antes de entrar a la cuarentana obligatoria que realiza en uno de los centros de aislamiento del país, adonde tuvo que ir luego de haber estado en contacto, durante 14 días, con pacientes infectados, Alexer confesó que se enfrentó a la COVID 19, en un primer momento, con temor, pero con la certeza de que era necesario hacerlo.
«Somos tres tripulaciones (grupos de atención de la enfermedad). En mi caso, me llamaron para que formara parte de la segunda y con la tarea específica de atender directamente a los pacientes con diagnóstico positivo de la enfermedad.
«Somos tres grupos porque a los 14 días de trabajo se sale del hospital directo a una cuarentena otros 14 días y si se confirma que estás sano puedes ir después para la casa. Si al concluir el descanso continúa la epidemia debemos incorporarnos nuevamente a trabajar con los pacientes.
«Seguimos un protocolo médico. Lo primero es el diagnóstico, desde el punto de vista clínico, el examen físico. La confirmación la da los exámenes complementarios específicos.
«Desde el momento en que empiezas a tratar a los pacientes debes usar equipos de protección personal. El tratamiento médico que aplicamos ha tenido muy buenos resultados. Ya contamos con varias personas curadas. La cuarentena para nosotros es fundamental porque si no te cuidas adecuadamente corres el riesgo de infectarte.
«¿Vínculos anteriores con el IPK? Laboro en el Instituto, en la atención a pacientes con VIH-Sida y otras enfermedades infeccionas, desde que concluí la especialidad, y estoy cursando la maestría en Infectología. Tengo un diplomado en cuidados intensivos y esa preparación me permite afrontar los signos de gravedad y ayudarlos».
Emocionado rememora el doctor Alexer el momento en que recibió en una de sus guardias a una cubana de 94 años infectada con la COVID 19. «Llegó al IPK con tos y un poco de molestias en la garganta. La remitieron del hospital militar Luis Díaz Soto, donde estuvo ingresada primero por sospecha de la infección, y nosotros confirmamos el diagnóstico.
«Me impactó mucho que a su edad y con tantas enfermedades asociadas, incluida la hipertensión arterial, tuviera que luchar con la enfermedad. Verla recuperarse poco a poco y poderle decir que estaba curada y de alta ha marcado mi vida de gran manera».
Conmovedor ha resultado también para este doctor la manera en que se ha fortalecido la hermandad entre el personal de la salud que está en contacto directo con los infectados.
«Somos 14 compañeros. Trabajamos de lunes a lunes durante 8 horas y un día a la semana hacemos guardia de 24 horas. Tenemos varias salas de atención: a sospechosos, a pacientes positivos y una sala de cuidados intensivos.
«Algunos de nuestros colegas se han desfallecido después de tantas horas y días trabajando seguido y hemos tenido que reanimarnos entre nosotros mismos. Hemos hecho una gran familia y eso nos ha permitido salir adelante. Sabemos que dependemos uno del otro.
«¿Por qué he decidido correr el riesgo? En primer lugar, porque aunque tengas miedo debe haber alguien que lo haga; y en segundo porque siempre me he considerado un servidor público. Estudié para estar donde haga falta y ellos ahora necesitan de mis cuidados como médico y también todo mi apoyo, esas palabras de aliento: «vas a estar bien, vas a salir, vas a curarte». Por eso estoy aquí en este frente de batalla».